La inseguridad es una de las preocupaciones más grandes que tienen miles y miles de argentinos, luego de que la pandemia y la cuarentena provocaran una profunda crisis social y económica.
Así, los testimonios, las crónicas y las imágenes sobre hechos delictivos no hacen más que aumentar en los principales centros urbanos del país, pero también en pueblos y zonas rurales.
Una de las ‘víctimas’ predilectas de los delincuentes son los locales comerciales y en especial aquellos que tienen mucho movimiento de gente, ya que aprovechan los descuidos de empleados y dueños para hacerse con lo ajeno.
Esto es lo que ocurrió en el restaurante Bruselas, ubicado en avenida Belgrano de Ciudad. Esta mañana, cerca de las 11, una pareja ingresó al negocio gastronómico y consultó si había lugar para sentarse y consumir.
Ambos ladrones aprovecharon que la persona que estaba en la caja fue a revisar si había disponible alguna mesa para que los presuntos comensales pudieran acomodarse y consumir. Sin embargo, cuando el trabajador se descuidó el delincuente tomó del mostrador el teléfono celular y lo escondió en su ropa.
Segundos después, el cajero volvió a su puesto y la pareja puso como excusa que tenían que esperar a alguien más y ganaron la calla, antes que alguien advirtiera su maniobra delictiva. Segundos después se dieron a la fuga.
“Dicen que entran a consumir, buscan mesa y después salen con la excusa que esperan a alguien más”, relataron desde el local y agregaron: “Acá, el momento justo en este delincuente se lleva nuestra herramienta de trabajo. El teléfono con el que recibimos mensajes de nuestros clientes y el que utilizamos en nuestro local”.
“Esperemos que esto sirva para evitar más situaciones de este tipo”, apuntaron mientras compartían imágenes del robo.