El fiscal Sebastián Fedullo dijo este jueves que el incendio que dejó cinco muertos en un edificio de Recoleta “habría sido algo accidental” y aseguró que “no hay nada eléctrico y de gas que haya explotado” en el lugar.
“No hay ninguna estufa, ninguna cocina, ningún calefón y ningún aparato que haya explotado como muchos dijeron”, dijo el fiscal y subrayó que “no hay nada que haya corroborado bomberos en ese sentido”.
Fedullo, quien solicitó pericias para determinar las causas del incendio, resaltó que “no hay ningún signo de violencia en la propiedad, ni tampoco se encontró el caloventor del que hablaban” algunos medios.
“En principio, reitero, un incendio accidental y la causa obviamente la van a determinar las pericias, no solamente de bomberos, sino de las otras pericias que se están realizando e inclusive las declaraciones que voy a recabar”, explicó.
“Hay un montón de artefactos que fueron secuestrados pero nada explotó. Algo generó un foco ígneo que se propagó”, abundó en declaraciones posteriores al canal A24.
“La hipótesis principal es que el fuego que se generó en el living de la vivienda, bastante amplio, según las tareas iniciales de los bomberos, pero no qué artefacto”, dijo el fiscal.
“Recorrí el departamento afectado y descartamos prima facie, por las pericias y declaraciones, que haya intervención de terceros o intencional; es algo accidental que estamos tratando de establecer”, completó.
Sobre las víctimas del siniestro, Fedullo añadió a A24: “en esa vivienda, a priori, son cinco los fallecidos, la madre de la familia y cuatro menores de diferentes edades, y cuatro sobrevivientes”.
“Los bomberos rescataron a priori a todos con vida, pero los cinco fallecidos murieron al instante por el monóxido de carbono inhalado”, prosiguió.
Según el informe, el fuego se desató a las 5.50 en el departamento del séptimo piso del edificio de Ecuador 1026, casi avenida Córdoba, mientras sus ocupantes dormían y rápidamente se expandió al piso superior.
Las víctimas eran miembros de la comunidad judía, indicó a Télam el presidente de la AMIA, Amos Linetzky. La emergencia obligó a desplegar un gran operativo con ocho dotaciones de bomberos y 22 ambulancias del SAME para controlar las llamas y rescatar a los vecinos.