La fiscalía de Delitos Sexuales ordenó la detención de un hombre que habría abusado de su hijastra. El caso fue denunciado por la joven en España, donde reside y donde su madre, como consecuencia del hecho, se suicidó la semana pasada, en tanto que el hombre optó por regresar a Mendoza, donde ayer fue imputado.
El fiscal Gustavo Stroppiana lo imputó por el delito de abuso sexual agravado por acceso carnal y por el deber de guarda y ordenó que pasara al penal.
Según trascendió, la víctima –una chica de 17 años que se encuentran en Zaragoza junto a sus hermanos- no ha declarado pero si lo hicieron gente de su entorno, amigos y familiares que sabían de los abusos que fueron cometidos cuando la joven tenía entre 10 y 12 años, en distintas partes del Gran Mendoza.
Con esos elementos y con la denuncia inicial que realizó el padre biológico de la joven ni bien se enteró de la situación, el fiscal procedió a imputar. Previamente se le había tomado una declaración informativa, se le había dictado un prohibición de acercamiento y se le había retenido el pasaporte.
Se espera que, en un futuro cercano, la joven regrese a la provincia y pueda declarar, previo al dictado de la prisión preventiva. Esta declaración deberá realizarse en cámara Gesell.
La denuncia del padre
La semana pasada, un taxista mendocino se presentó ante el fiscal de Delitos Sexuales Gustavo Stroppiana para denunciar que su hija, que actualmente tiene 17 años y reside en la ciudad española de Zaragoza junto a sus hermanos, la había llamado por teléfono y le había contado que durante al menos dos años –cuando tenía entre 10 y 12 años- su padrastro habría abusado de ella repetidas veces, en distintos lugares de Mendoza.
En febrero pasado la chica junto a su familia –conformada por su madre de 40 años, su padrastro (el acusado) y sus hermanos de 16, 11, 7 y 5 años se fueron de la provincia para radicarse en Zaragoza, España, buscando nuevos horizontes, escapando de la crisis económica que vive Argentina.
Pero a mediados de mes, la joven reunió a su madre y a su padrastro y les dijo que había sido víctima de abusos, narrando en detalles distintas situaciones en las que el hombre aprovechaba que su pareja se iba a trabajar para poder agredir a la niña que, en ese entonces, tenía entre 10 y 12 años.
Esa charla tuvo lugar el domingo 15 de mayo pasado. Luego la joven denunció a su padrastro en un tribunal de Zaragoza. El martes pasado el hombre decidió escapar del departamento que habitaban en la ciudad española y sacó un pasaje con destino a Argentina.
Al día siguiente, la mujer tomó una drástica decisión: salió de su casa y se suicidó en una plaza, previo confirmarle a su primer marido, el taxista que reside en Mendoza, todo lo que la joven ya le había contado por teléfono.
El taxista, con esa información y con los audios que le envió su hija y una copia de la denuncia radicada en España, decidió poner una denuncia en la Fiscalía de Delitos Sexuales de Mendoza, lugar donde se habrían producido los ataques sexuales y, por lo tanto, deben ser investigados.
Por lo pronto, la joven y sus hermanos -tanto los dos mayores que son hijos del taxista, como los dos menores que son hijos del acusado-, se encuentran al cuidado de unos tíos que residen en Zaragoza.
Ahora, desde la Cancillería Argentina, el Consulado argentino en España y las autoridades de España y Francia –ya que los chicos ingresaron a Europa como ciudadanos de ese último país- han comenzado a gestionarse trámites tendientes a la repatriación de todos los menores, principal interés del denunciante.