En la tarde de este jueves y a 48 horas de su detención, fue imputada la pareja sospechosa por el caso de Florencia Romano (14), la adolescente desaparecida desde el sábado pasado.
Pablo Ramón Arancibia (33) y Micaela Estefanía Méndez (27) fueron acusados por femicidio, en calidad de coautores. La fiscal Claudia Ríos entiende que entre los dos y en un contexto de violencia de género, asesinaron a la menor oriunda de Guaymallén.
La pareja quedó complicada por los primeros indicios que obtuvieron los investigadores. Las cámaras de seguridad de Padre Vázquez y el callejón Berra, zona de Maipú donde viven los sospechosos, registraron cuando Florencia llegaba luego de bajarse de un colectivo. Su arribo al lugar quedó también evidenciado por el pasaje que marcó su tarjeta SUBE.
Luego las cámaras ya no la vieron salir de la vivienda, más allá de que Arancibia sostuvo que la había acompañado a tomar el micro de regreso. En este caso, la tarjeta no volvió a marcar otro movimiento.
El hombre, extraoficialmente, confesó que invitó a Romano a su casa para pasar la tarde del sábado, tras intercambiar mensajes por Instagram. Estas conversaciones también fueron recabadas.
Un punto que parecía beneficiar a los acusados fue que la sangre hallada en su propiedad no era de la adolescente. El laboratorio del Poder Judicial indicó que esos restos hemáticos eran de una persona de sexo masculino, y el imputado reconoció que lo había lastimado un gato.
Esta versión no le cerró a los pesquisas, que creen que Arancibia pudo ser atacado por la jovencita desaparecida en un intento de defenderse.
Más allá de la imputación la chica aún no ha sido encontrada, sin embargo, “los elementos reunidos coinciden con algunos puntos que contiene el protocolo de femicidio con el cual se trabaja”, indicó una fuente oficial. Este delito tiene pena única de prisión perpetua en un futuro juicio.
Florencia salió de la casa de su familia en Rodeo de la Cruz durante el mediodía del sábado, y les dijo a sus padres que iba a visitar a una amiga. A esta chica le manifestó que iría a una fiesta, aunque a las 19 su celular se apagó y no volvió a encenderse.
La denuncia de averiguación paradero se radicó el domingo y desde la tarde del martes se han realizado allanamientos y medidas en el domicilio de Maipú, en busca de rastros de la víctima. Incluso se utilizó perros adiestrados para el hallazgo de personas.