Imputaron por lesiones, amenazas y abuso sexual simple al reconocido empresario mendocino Alejandro Cabanillas. El acusado, también conocido como “Cacano”, fue detenido la semana pasada tras la denuncia de una ex empleada.
En concreto, fiscal de Violencia de Género Mónica Fernández Poblet lo acusó de “lesiones leves dolosas agravadas por mediar violencia de género, amenazas coactivas y abuso sexual simple. Todo en contexto de violencia de género”.
El caso
La investigación en contra de “Cacano” se inició luego de que una mujer de 40 años lo denunciara por un presunto secuestro que se viralizó en las redes el miércoles pasado.
La mujer declaró que el empresario la había retenido en contra de su voluntad en una casa de Chacras de Coria de donde consiguió escapar corriendo.
Dos días después, por orden de la fiscalía de Violencia de Género, Cabanillas fue detenido tras un allanamiento en la casa de uno de sus hijos en Luján de Cuyo.
Un llamado al 911 y redes sociales
El miércoles pasado al mediodía una vecina de Chacras de Coria llamó al 911 y dijo que se encontraba con una mujer que había sido agredida. La presunta víctima dijo que estaba con amigos en la pileta de la casa del empresario y que el hombre y una mujer la habían golpeado durante una situación que se había “descontrolado” por el abuso de drogas.
Después dijo que en realidad trabajaba para el empresario desde hace unos 5 meses y que la tenía secuestrada y amenazada y que por ello, su abogado le había aconsejado hacer una denuncia por violencia de género. Pero que ella no había hecho porque tenía miedo de quedarse sin trabajo.
El CEO envió un móvil policial al lugar pero no encontraron a nadie. Ante esto, llamaron al teléfono de donde habían recibido el llamado de emergencias y luego de entrevistar a la dueña del aparato lograron obtener los siguientes datos: la mujer “lucía un turbante rosa y parecía estar bajo los efectos del alcohol y tenía escoriaciones”.
Esa tarde la Policía fue a entrevistar a “Cacano” a su casa y el hombre permitió que requisaran su casa. Pero los efectivos no encontraron signos de que hubiera algo que hiciera pensar en algún tipo de delito.
Posteriormente, aparecieron varias publicaciones en las redes sociales en referencia al hecho. A raíz de esto un grupo de vecinos del barrio se manifestaron frente a la casa del denunciado. Tras todo esto, la mujer se presentó ante la Justicia, ratificó su denuncia y la fiscal solicitó la detención del empresario.