Imputaron al acusado del femicidio en El Carrizal: “Tuvo conductas psicópatas y mandaba mensajes a los parientes”

Los investigadores del femicidio de María Victoria Ruiz (44) –la mujer asesinada a golpes en una casilla rodante en un camping de El Carrizal- no descartan que el detenido, el sanjuanino Lucas Pérez Vicentela (44), tuviera algunos comportamientos y conductas propias de un psicópata, a juzgar por las pruebas e indicios con que cuenta el expediente.

Detuvieron al presunto femicida de María Victoria Ruiz, la mujer asesinada a martillazos en El Carrizal

Tal y como lo establece la ley, Pérez Vicentela, un hombre de gran contextura física ya que mide 1.83 y pesa 130 kilos, comenzó a ser sometido el sábado a una pericia psicológica por parte de los especialistas del Cuerpo Médico Forense para establecer rasgos de personalidad e imputabilidad, entre otras cosas.

Por lo pronto, los psicólogos han determinado que no presenta rasgos suicidas y que puede entender la criminalidad del hecho que se le imputó ayer: homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio).

Ahora los fiscales de Rivadavia-Junín Carlos Giuliani (instructor de la causa), y el jefe de la Unidad Fiscal, Mariano Carabajal, esperan el resultado final de la pericia para sumarla a un expediente que cuenta con una gran cantidad de elementos que incriminan al sospechoso.

“Por lo que tenemos hasta ahora, el hombre parece tener bastantes rasgos de una personalidad psicópata”, explicó una fuente consultada por Los Andes.

Es que Pérez Vicentela le habría enviado a la hermana de la víctima algunos mensajes diciéndole que se encontraba bien, utilizando el teléfono de la mujer. El imputado de esa forma se hizo pasar por la víctima, enviando mensajes desde que la mujer falleció hasta horas antes de que el cadáver fuera descubierto por los dueños del lugar de esparcimiento.

La fiscalía de Rivadavia-Junín ya ordenó que se realice la pericia a los dos teléfonos que se le secuestraron al acusado, como así también a las tres tarjetas SIM que el hombre utilizaba aleatoriamente para despistar a la Policía.

Otra conducta que llama la atención de los investigadores es que Pérez Vicentela estuvo varios días en la zona de los campings de El Carrizal cuando el cuerpo todavía no había sido encontrado y luego decidió escapar a San Luis, donde finalmente fue detenido.

Otro dato llamativo es que el autor del hecho se tomó el trabajo de limpiar la escena del crimen. Y si bien limpió perfectamente un martillo que se encontró oculto en la casilla, Policía Científica logró aislar unas manchas de sangre en el mango de un hacha que también fue encontrada en el lugar, por lo que ahora se espera cotejar la sangre para ver si corresponde a la víctima o victimario.

“Esperamos que las pericias nos ofrezcan cómo se produjo la mecánica del hecho y si se utilizó el martillo o el hacha para golpear a la mujer, que fue golpeada con un objeto contundente en la parte posterior del cráneo, donde se encontraron dos fracturas que serían las que le produjeron el deceso”, explicó un investigador consultado.

En los próximos días se realizará una rueda de reconocimiento para ver si los testigos logran reconocer a Pérez Vicentela como la persona que estaba con la víctima en el camping. Se trata de un trámite procesal más, ya que hay registros de cámaras de seguridad del lugar donde se lo ve junto a su pareja.

El hallazgo de la víctima

Alrededor de las 11 del viernes 2 de febrero ingresó un llamado a la línea de emergencias 911. El encargado del camping Rivadavia le indicó a la operadora del Centro Estratégico de Operaciones que de una casilla rodante apostada en el lugar y cerrada con llave salía un olor nauseabundo.

Además informó que desde una pequeña ventana observó un bulto, que parecía el cadáver de una mujer en estado de descomposición que podría ser de la propietaria de la casilla cuyos ocupantes había visto por última vez el viernes 29 de enero, tras pagar una semana de estadía. Policías que llegaron al lugar corroboraron los dichos del encargado y encontraron el cuerpo de la víctima en avanzado estado de descomposición, sobre un camastro.

Por el estado de descomposición del cuerpo y los dichos de testigos, los pesquisas creen que Ruiz fue asesinada seis o siete días antes del hallazgo.