Sin dudas sobre su autoría, hoy la fiscalía de General Alvear imputará al joven que asesinó de una puñalada al novio de su ex pareja. Por ahora la acusación es por homicidio simple, aunque no se descarta una calificación más grave. Investigan si el agresor reaccionó por unas fotos que le enviaron en la madrugada.
La versión extraoficial de la testigo presencial-debe declarar en cámara Gessel por su edad-, el breve relato que habría hecho la víctima antes de morir, elementos secuestrados y la entrega voluntaria por parte del acusado, dejan el camino de la investigación muy allanado para el esclarecimiento del crimen de Lucas Matías Gallego (21), en manos de Tomás Morales (21).
El hecho ocurrió en el amanecer del sábado, alrededor de las 6, en una vivienda del barrio Río Atuel, en la ciudad de Alvear. El sindicado logró ingresar a la propiedad de su ex novia por la ventana y sorprendió a ella y al fallecido mientras estaban en la cocina. Casi sin emitir una palabra el sospechoso se abalanzó contra el otro muchacho y lo hirió en el pecho con un arma blanca.
Tras el ataque Morales escapó de la casa en una bicicleta, en tanto que en el domicilio quedó Gallego malherido y la chica, de 16 años, desesperada pidiendo ayuda.
La familia de la adolescente logró que un vecino llevara en su vehículo al joven al hospital Enfermeros Argentinos, donde los médicos no pudieron salvarlo; cerca de las 7 murió por un neumotórax.
Rápida detención
Confirmado el deceso, la causa no tardó en avanzar ante las primeras pruebas que se iban incorporando. Los dichos de la menor identificando al autor y lo poco aunque en el mismo que habría manifestado la víctima camino al nosocomio, le permitieron a los pesquisas tener el nombre del señalado asesino.
Este último se había fugado, primero haciendo escala en la casa de una pariente en 9 de Julio y España, donde dijo “me mandé una cagada”. Allí le pidieron que se fuera y partió en taxi a lo de la madre, en el distrito de Alvear Oeste. Al llegar y ver un móvil policial que estaba en el lugar, se escabulló y entró por la parte de atrás del inmueble. Sin embargo, la mamá lo convenció y se entregó a las autoridades que estaban a punto de allanar.
Durante el sábado por la mañana la Policía realizó cuatro allanamientos en busca de más evidencias, y entre los elementos secuestrados había ropa y calzado del acusado con manchas de sangre, una rejilla con la que se limpió las manos y varios celulares.
La incautación de los teléfonos no fue al azar. Al parecer, en la madrugada la menor estuvo chateando por las redes sociales con Morales y le envió fotos con su actual pareja.
Según confiaron fuentes consultadas, esos chats fueron el detonante para que el sindicado, que estaba viviendo en Bowen, se subiera a la bicicleta del tío y pedaleara los 20 kilómetros que separan al distrito de la ciudad.
En la escena del crimen los efectivos encontraron un cuchillo de 15 centímetros de largo y con una hoja de 10 centímetros, arma que habría sido la utilizada para ultimar a Gallego y que será sometida a peritajes en busca de huellas.
Otro cotejo que se realizará será el de las manchas hemáticas en las prendas obtenidas, ya que esa sangre podría ser de la víctima o del sospechoso, quien presentaba una herida en la mano.
Imputación
Morales quedó arrestado y hoy el fiscal Martín Castro-subrogando a su par Ivana Verdún- lo imputará por homicidio simple, delito con penas de 8 a 25 años. Luego, tras incorporar el informe sobre si posee antecedentes, ordenarán su traslado a la cárcel de San Rafael.
En la continuidad de la investigación, se analizará si al detenido le cabe la acusación de un homicidio transversal. Esta calificación se puede utilizar para cuando alguien mata con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación de pareja.
Este delito -con pena única de perpetua- podría aplicarse para este caso, pero por ahora los sabuesos esperarán para profundizar algunos detalles y saber cómo era actualmente la relación que había entre el sospechoso y la chica, quienes tienen un hijo de seis meses.
Si hay avances en cuanto a esta carátula. el joven quedaría más complicado con respecto a la condena que podría recibir en un futuro juicio. La clave está en determinar si mató para generarle un dolor a su ex, por un problema en particular con Gallego o por lo provocación de las fotos que habría recibido.