Los vecinos del barrio Calden de General Alvear se llevaron una desagradable sorpresa esta semana al descubrir que la perrita que callejera que cuidaban hace más de ocho años había sido cruelmente asesinada.
Cerca de las 8 de la mañana del martes Valeria se acercó hasta la cucha que tenía Yuma en el barrio. Al no verla comenzó a buscarla por todos lados, ya que en los días fríos la perra estaba acostumbrada a dormir al resguardo.
“Cuando empezó a aclarar vimos que había sangre por todos lados”, contó la alvearense a Los Andes. Momentos después hizo el traumático hallazgo.
La cabeza de Yuma estaba en el baldío de al lado. Al ver esto la mujer llamó al 911 y en cuestión de minutos la Policía estaba en lugar.
Los uniformados comenzaron a seguir los rastros de sangre hasta que dieron con distintas partes del cuerpo del animal.
“Era muy buena, no le hacía mal a nadie y ya tenía sus añitos. Hace bastante estaba en la calle”, manifestó Valeria con dolor.
“Esas noche cerca de las tres de la mañana yo sentí un grito. Pero nunca me imaginé que había sido ella, pensé que eran los gatos”, recordó conmovida.
Detenido
Gracias a la averiguaciones realizadas, a las 23.40 de ayer la Policía detuvo al presunto autor del hecho cuando caminaba por calle Beltrán y Francia.
El hombre fue trasladado y alojado en la comisaría 14 donde todavía permanece detenido. Este miércoles se le imputó el delito de maltrato animal.
Según trascendió Yuma habría pertenecido a su familia antes de vivir en la calle lo cual desconcertó aún más a los habitantes del barrio.
Los vecinos, por otra parte, evalúan romper la cuarentena para hacer una manifestación en contra del brutal acto.
El reconocido abogado Oscar Mellado junto a su organización Asoreva (Asociación reencuentro por la vida animal) y otros proteccionista de Alvear se presentarán como querellantes.
“No se puede creer. No te entra en la cabeza esta crueldad”, manifestó el letrado y explicó que por este delito al acusado se le puede abrir un proceso penal por violación de la Ley Sarmiento 14.346 que castiga el maltrato animal.
No obstante, aunque sea hallado culpable por el crimen no irá preso.