El 2022 registró en su haber criminal 70 homicidios en Mendoza, de los cuales 10 fueron femicidios. Se trata de un porcentaje 20% más bajo en comparación con 2021: el año pasado la cifra fue de 78 homicidios (nueve más que este año) y siete en contexto de violencia de género (tres menos).
Las estadísticas son oficiales y proporcionadas por el Ministerio de Seguridad, y marcan que los homicidios en Mendoza bajaron en relación con el año pasado, y mucho más en comparación con 2020 cuando la cifra alcanzó la máxima de 91 crímenes.
“Hay un indicador que es fundamental para medir las políticas de seguridad y es la tasa de homicidios. Cuando asumimos nuestra gestión teníamos una tasa de 9,4 cada 100.000 habitantes y hoy cerramos el año con una tasa de 3,3 homicidios, que inclusive está por debajo de la media nacional”, explicó a Los Andes Raúl Levrino, ministro de Seguridad de la provincia de Mendoza.
“Además, creamos el observatorio provincial de seguridad ciudadana basado en datos científicos y la de este año es la tasa de homicidios más baja de la historia”, agregó el funcionario.
Más femicidios que en 2021
El primer femicidio del año fue el asesinato de María Aida Oliva, quien murió en manos de su exmarido, tras propinarle una fuerte golpiza en la tarde del 7 de abril y descartar su cuerpo en el circuito Papagayo de Ciudad.
A partir de ese violento capítulo, los homicidios en contexto de violencia de género que siguieron fueron ocho más. Marcela Gramajo falleció de muerte misteriosa en su casa de San Rafael el 25 de mayo, pero en las estadísticas del Ministerio Público Fiscal está catalogado el caso como femicidio; Linda Suárez de 77 años murió el 1 de junio de una puñalada en el cuello en Guaymallén; Alicia Galetto fue ultimada de cuatro disparos en el tórax en la siesta del 11 de junio en Rivadavia.
Casi un mes después, nuestra provincia fue testigo de uno de los asesinatos más escalofriantes: el femicidio de Agostina Trigo. La joven madre de 22 años fue abusada sexualmente, torturada, apuñalada y hasta golpeada post morten en la madrugada del 6 de julio. Su cuerpo completamente desfigurado fue hallado días más tarde en un galpón abandonado en San Martín.
El 16 de julio, la arquitecta bonaerense María Pía Persia fue estrangulada en su casa de Ciudad. El 1 de agosto Karen Ríos fue apuñalada por el excuñado en Rivadavia y casi tres meses después, el 25 de noviembre, Valeria Ramírez fue asesinada de dos tiros en su casa de Godoy Cruz. La semana pasada, el lunes 26 de diciembre, Sonia Garberoglio, de 51 años fue ultimada a golpes y botellazos en su casa de Maipú y por el hecho imputaron a su marido. El sábado, unas pocas horas antes de la llegada del 2023, Verónica Angélica Figueroa recibió un disparo mortal al parecer en manos de su pareja, que luego se suicidó en su casa de Guaymallén.
Femicidios transversales
Se considera femicidio transversal al delito que se da cuando una persona asesina a alguien con la intención de generarle sufrimiento y dolor a la mujer con la que se mantiene o mantuvo una relación.
El primero del año fue el crimen de Elías Ezequiel Márquez (31) asesinado en Maipú el 3 de enero, por la ex pareja de su novia. El 18 de febrero fue el crimen de Nidia Angulo, la policía ultimada de un disparo en la cabeza por la ex pareja de su novio, en la subcomisaría de El Sauce.
El 12 de agosto fue asesinado Ricardo Peralta (65) por el ex novio de su nuera luego de que ingresara a la vivienda familiar y lo apuñalara. El último de estos casos fue el femicidio de Karen Ríos.
La modalidad más común
Más allá de la estadística de femicidios, lo cierto es que la mayoría de los homicidios en Mendoza durante el 2022 fueron en ocasión de riña y se registraron 19 de estos casos. Entre los más resonantes estuvo el del profesor de vóley Carlos Amieva, quien falleció tras agonizar una semana luego de sufrir fractura de cráneo al caer al suelo por una golpiza propinada el 15 de enero en Tunuyán. El reconocido entrenador paseaba con su pareja, cuando dos hombres bajaron de una camioneta y lo golpearon por “manejar muy despacio”. Una expeditiva investigación permitió imputar a Diego y Matías Sicre por el hecho.
Siguiendo con el recorrido por las estadísticas, el móvil que quedó en segundo lugar este año fue el de los homicidios por robo, de los cuales hubo 11 en total. Se trata de una cifra menor en comparación con la de 2021 donde se cometieron 20 de esos asesinatos.
Entre los hechos de sangre por robo que impactaron en la sociedad mendocina estuvo el crimen de Emilio Giménez, el empresario de 49 años que trabajaba en la feria de Guaymallén y murió de un disparo al corazón cuando una banda organizada quiso robarle la recaudación de sus negocios.
“La baja de homicidios obedece a un cúmulo de factores. Han disminuido los hechos delictivos en base a una fuerte política de persecución penal, que hace que el Ministerio Público Fiscal sea más duro en cuanto a que las personas permanezcan detenidas durante el proceso investigativo, sobre todo en los hechos graves”, explica Gustavo Pirrello, fiscal de Homicidios de Mendoza.
Armas fuego, las más utilizadas
Del total de crímenes, 28 fueron cometidos por el uso de arma de fuego, mientras que 20 por el uso de arma blanca. En su mayoría, las víctimas fueron hombres jóvenes entre 20 y 30 años. En cuanto a la hora en la que fueron cometidos los crímenes, el pico máximo se destacó entre las 20 y las 0 con 19 casos, siendo la mayoría de ellos perpetuados alrededor de las 21.30.
“Uno de los objetivos centrales en la investigación de hechos donde se han utilizado armas de fuego es lograr el secuestro de las mismas, por lo que se practican diariamente muchos allanamientos domiciliarios con ese fin”, añade el representante del Ministerio Público Fiscal.
En qué lugar de Mendoza hay más asesinatos
Respecto a las zonas donde fueron cometidos estos delitos fatales, el Gran Mendoza encabeza la lista con 16 casos en Guaymallén, mientras que le sigue el Sur con siete homicidios. Pero sin dudas, durante 2022 la cifra llamativa la registró el Este mendocino, que entre junio y agosto tuvo su pico máximo de casos con 10 crímenes en total. El Valle de Uco fue el territorio en el que menos hechos de sangre hubo: uno en Tunuyán y otro en Tupungato.
“La gran cantidad de resolución de homicidios con condenas importantes que se publicitan en los medios hacen que de alguna manera las personas piensen dos veces antes de cometer un homicidio”, concluye el fiscal.
Entre los hechos aislados, hubo un caso de abuso de armas por parte de una efectivo en Malargüe, donde falleció Kevin González de un disparo en el pecho. También este año se registró un hecho casi inédito que fue el crimen de Ángel Aquino, el hombre de 35 años envenenado en Guaymallén por el consumo paulatino de etilenglicol.
Cuatro tentativas de femicidio
En cuanto a hechos que no llegaron a la muerte, pero deben ser tenidos en cuenta están las tentativas de femicidios que se registraron en el 2022 y fueron cuatro. El psicólogo Ariel Ignacio Moya Ravinow condenado por ahorcar a su pareja en un acto sexual en febrero. Gonzalo Saavedra ingresó a la casa del novio de su ex pareja y la atacó en Godoy Cruz.
Facundo Nicolás Jara usó alcohol y prendió fuego a su pareja en Guaymallén, pero la joven logró salvarse porque se metió a la ducha. Juan Salvador Tenaglia fue imputado por tentativa de femicidio acusado de tratar de asesinar a su novia a puñaladas y autolesionarse para fingir una discusión en su casa de Godoy Cruz.