Un estremecedor episodio generó malestar en vecinos y autoridades del barrio de Miguel Lanús, en Posadas. El pasado domingo, en vísperas de la Navidad, el cuerpo de una mujer de 72 años fue encontrado con mordeduras en el interior de su vivienda. Si bien el cuerpo y la vivienda no presentaban signos de violencia, al cadáver de la jubilada le faltaban órganos.
La víctima era Elizabeth Sosa, una rescatista de animales muy reconocida en el mencionado barrio. Según informó el medio local Misiones Online, el cuerpo de Sosa fue encontrado con un alto grado de descomposición el domingo 24, a las 21 horas. Por este motivo, las autoridades precisaron que la mujer habría muerto de tres a cuatro días antes de su hallazgo.
Sus parientes notaron que algo le podría haber sucedido a la jubilada tras pasar algunos días sin noticias de ella. En consecuencia, se dirigieron al domicilio ubicado en calle Krause, pero al intentar ingresar la puerta estaba cerrada. Allí, alertaron a las autoridades.
Cuando los uniformados se presentaron en el lugar debieron ingresar a la vivienda por el jardín. Allí, dieron con el cadáver de Sosa, el cual no presentaba rastros de violencia, al igual que la vivienda.
Por este motivo, la primera hipótesis indicó que se trató de muerte natural. Sin embargo, médicos forenses notaron heridas de mordeduras en el cuerpo que habrían sido causadas por los 40 perros con los que residía la mujer.
Luego de que el cuerpo fuera trasladado a la morgue judicial para determinar la causa del deceso, los informes preliminares de la autopsia arrojaron que Elizabeth Sosa sufrió una “muerte súbita”.
Sin embargo, no se descartó que haya sido devorada por los animales tras el deceso, ya que -según indicaron los médicos al mencionado medio- al cadáver le faltaban órganos.
Este martes, el Juez de Instrucción Seis, Ricardo Walter Balor, ordenó que los 40 caninos fueran entregados al hermano de la víctima, al igual que la vivienda.