La mendocina de 39 años que denunció a dos rugbiers franceses por abuso sexual habló por primera vez tras el hecho, pero eligió un medio de Francia para hacerlo. “Me trataron como un pedazo de carne”, lanzó en una entrevista que se exhibirá completa en poco más de una semana.
Hugo Auradou y Oscar Jegou llegaron la tarde de este miércoles al aeropuerto de Roissy-Charles-de-Gaulle, en París. Tras pasar casi dos meses detenidos en Argentina, se valieron de la autorización del Ministerio Público Fiscal mendocino y anoche abordaron un avión en el aeropuerto internacional de Ezeiza con rumbo a su país natal.
Casi simultáneamente, un medio de comunicación francés lanzó un adelanto de la entrevista que le hizo a la denunciante, quien ha evitado presentarse ante la Justicia para completar las pericias psicológicas y psiquiátricas que adeuda, alegando no estar en condiciones, luego de una serie de resoluciones judiciales en su contra.
“Me maltrataron y me trataron como un pedazo de carne”, disparó la mujer en su primer testimonio en la prensa difundido por el programa Envoyé Spécial (Enviado Especial) de la cadena pública France 2, según informó la agencia de noticias AFP.
El programa publicó este martes en sus redes sociales extractos de la entrevista, que se emitirá completa el próximo 12 de septiembre, en la que la denunciante explica su versión de los hechos.
“Cuando me dice: ‘¿Vamos a tomar algo a mi hotel?’ Yo dije: ‘Sí, vamos a seguir tomando’, porque había tomado bastante. Cuando entro a la habitación, constato que no hay bebidas alcohólicas y no había nada. Voy al baño y le pido: ‘Please, I´m going to my house (me voy a mi casa), que me dejara ir a mi casa porque era tarde y me hace con la cabeza: ‘No, no, no’. Entonces me agarra del cuello y del cuero cabelludo, arrastrándome hasta la cama. Me empieza a desvestir como un animal, y me tira en la cama ya desvestida y me empieza a ahorcar, a tal punto de dejarme sin oxígeno. Pude reaccionar pegándole una cachetada y, en vez de parar, él con la cachetada se enfureció más”, relató sobre el supuesto accionar de Auradou. El testimonio condice con lo que la mujer declaró en la denuncia inicial.
“Después, cuando ingresa el rubio, que yo pensaba que era alguien que escuchó mi voz gritando, en vez de solidarizarse conmigo, lo único que hizo fue abusar él también de mí. Empecé a gritar: ‘No, no, please no (no, por favor) y no les importó nada mi pedido de auxilio. A este punto yo ya estaba disfónica, no podía gritar porque tenía las cuerdas vocales comprometidas. Me abusa sexualmente el rubio una vez sin protección profiláctica”, completó sobre el presunto accionar de Jegou. En un video de poco más de seis minutos, se muestra de espaldas a una mujer para caracterizar a la víctima y se la identifica con su nombre de pila.
“Los más aterrante es que no sé cuál de los dos me pegó la trompada en el ojo. Todo el mundo se pregunta: ‘¿Pero la puerta estaba abierta y no pudiste salir?’. No pude salir porque Hugo siempre venía detrás mío. O sea, yo ya me quedé rendida después de tanta golpiza que me dieron. Si intentaba algo no sé si hoy estaría aquí en vida. Porque me trataron salvajemente, brutalmente, como un pedazo de carne”, relató con voz desganada.
Y sobre las lesiones sufridas, detalló: “Para mí son gravísimas las lesiones que se han producido. Tengo hematomas en los ojos, en la cara interna y externa de las piernas, inflamación aguda en la cuerdas vocales, edemas en la glotis, edemas en el maxilar izquierdo, un puñetazo en el ojo, mordeduras y rasguños en la espalda”.
El informe de la televisión francesa incluye imágenes del hotel Diplomatic, donde la mujer indicó que ocurrieron los abusos -ya que allí se hospedaba la selección francesa de rugby-, además de declaraciones de los dos imputados y de su abogado defensor Rafael Cúneo Libarona desde su despacho.
Para el abogado francés de los acusados, Antoine Vey, ahora comienza la “batalla mediática”, según declaró a la radio Franceinfo y replicó la agencia AFP. “El día que regresan forma parte del circo mediático”, se quejaba Vey antes de conocer el día en que los jugadores de élite volverían a pisar suelo francés.
Fotos y una carta
Si bien no ha declarado ante la prensa mendocina, la denunciante escribió una carta que se replicó en todos los medios y en la que apuntó contra las autoridades judiciales y provinciales, haciendo alusión a “un apriete psicológico”.
“Por creer en la Justicia me animé a denunciar, pero hoy sufro un apriete psicológico que jamás imaginé. Me sacaron las ganas de vivir”, comenzaba el escrito. Además, arremetió contra el gobernador Alfredo Cornejo, el Procurador de la Corte, los fiscales intervinientes y contra el abogado defensor de los rugbiers, Cúneo Libarona: “Pueden dormir tranquilos mirando a la cara a sus esposas, hijas y nietas”.
Además, cuando el pasado 27 de agosto los rugbiers galos dejaban la provincia vía aérea para esperar en Buenos Aires los dictámenes favorables que finalmente les permitieron regresar a Francia, desde el entorno de la denunciante se difundieron fotos que muestran golpes y rasguños que sufrió, según su denuncia, durante su encuentro con los deportistas. Las imágenes mostraban contusiones en un ojo, en los brazos y en el cuello.
