Andrés Alexis Alcaraz Sosa, conocido en la zona como “El Fachi”, fue detenido y será imputado por el homicidio de un joven que atendía un kiosco en Luján que, según los investigadores, se produjo en el marco de una pelea entre bandas dedicadas a la venta de droga que se disputan territorio.
Después de dos meses de intensa búsqueda, personal de Investigaciones realizó algunos allanamientos y logró dar con “El Fachi”, quien será imputado en las próximas horas por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en una causa que tiene bajo su órbita la fiscal de Homicidios Andrea Lazo.
Para los investigadores, sería el autor del asesinato de Pablo Damián Cataldo (23), quien falleció en diciembre pasado recibió un balazo fatal en el barrio Virgen de Guadalupe, ubicado en el distrito Vertientes del Pedemonte, al oeste de la Panamericana, en Luján.
Desde el primer momento, la policía tenía el dato de que el sujeto que disparó contra Cataldo sería Alcaraz Sosa, según la versión de algunos testigos y que se había cometido en el marco de una guerra entre bandas.
Custodiado por dos dogos
Esta mañana personal de la División Homicidios realizó 4 allanamientos en distintas zonas de Luján y logró dar con el buscado en el lote 18 de barrio Virgen de Guadalupe.
“En el lugar se hizo uso de arma larga y gas pimienta ya que el buscado intento darse a la fuga por los fondos y además habían dos perro sde raza dogo argentino que impedían ingresar al personal a la vivienda”.
Según las primeras versiones sobre el caso, ingresó a la línea de emergencia 911 denunciando que en un negocio ubicado en la esquina de La Unión y Esperanza se habían escuchado una serie de disparo y que había sido herido un joven que atendía en ese momento.
Según declararía luego a los primeros policías que llegaron en un móvil al lugar una testigo que dijo haber estado en la puerta del negocio –una mujer de 34 años de apellido Vélez- el joven Cataldo se encontraba atendiendo y entró un hombre, cruzó algunas palabras y luego comenzó a disparar varias veces contra la víctima.
Según las pericias realizadas posteriormente por los efectivos de la Policía Científica, la víctima recibió un disparo a la altura del pecho, con orificio de entrada y salida que había salido de una pistola 9 milímetros, según pudo establecerse por las vainas encontradas en la escena del crimen.
Cuando llegó el médico del Servicio de Emergencia Coordinado (SEC), constató que Cataldo ya había muerto.El joven, sin antecedentes penales, le alquilaba una habitación a la dueña de casa y además atendía el negocio que estaba abierto durante las 24 horas de día.
Según algunas versiones policiales recogidas entre los vecinos del barrio Virgen de Guadalupe allí también se vendía droga, es decir que el negocio sería una suerte de “tapadera” para ocultar la verdadera actividad comercial.
Los investigadores obtuvieron otros datos como que el agresor llegó al lugar en un auto que tenía como apoyo una camioneta e incluso algunos señalaron al autor del hecho con nombre y apellido.
Toda esta información sirvió para sostener la hipótesis central de caso: que el homicidio es la punta visible de una pelea entre bandas que se disputan la zona para vender estupefacientes. Los vecinos los llaman: “los Vélez” y “los López”.