Este jueves en la tarde un jurado popular condenó a prisión perpetua a Alexis José Méndez (33), el policía que en 2019 asesinó de un tiro a Ricardo Bazán (29) en La Favorita, Ciudad.
Este juicio por jurado concluyó tras cuatro jornadas y los 12 ciudadanos encargados del veredicto encontraron culpable al efectivo, por el delito de homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por su condición de miembro de las fuerzas de seguridad, calificación que tenía como pena única la máxima sentencia y que confirmó el juez a cargo del debate, Mateo Bermejo.
Además el uniformado fue condenado por abuso de armas, por un hecho ocurrido en 2018 en San Carlos. El 29 de julio de ese año había baleado en una pierna a un militar en la vía pública.
Fuga, persecución y muerte
Bazán murió en la noche del 1 de mayo del 2019, tras recibir un balazo en la cintura. Un grupo de vecinos lo observó tirado en una zona oscura y lo llevó al centro de salud más cercano, en donde constataron su deceso.
El acusado, auxiliar de la Comisaría 59, disparó seis veces con su pistola reglamentaria y uno de los proyectiles impactó en la víctima. Esto luego de una persecución de 200 metros que realizó, ya que la víctima había escapado de un control policial que realizaba Méndez junto a dos compañeros.
Tras herir al muchacho el sospechoso volvió a su puesto y no le dijo nada a sus colegas. Antes, dejó al lado de Bazán un arma tumbera-de fabricación casera-para simular que el joven estaba armado. Esto quedó descartado cuando los otros policías declararon y dijeron que lo habían palpado y que no llevaba nada.
Para la fiscalía fue un homicidio agravado por la cantidad de disparos que realizó Méndez, y porque los mismos no fueron para amedrentar sino que los efectuó de una manera en la que sabía que podía lesionarlo. Según los peritajes, colocó su brazo de forma horizontal y accionó la 9 milímetros una y otra vez.
Una de las balas rebotó en el cemento y se fue directo hacia la cintura de “Ricardito”. El plomo hizo un recorrido ascendente hasta el corazón y le quitó la vida minutos después. La comparación de las vainas encontradas en la escena con el arma del acusado, confirmaron su autoría.
Respecto al móvil, la familia de Bazán declaró tanto en el juicio como en la investigación, y sostuvo que el joven ya tenía problemas con el imputado porque éste lo amenazaba permanentemente y en varias oportunidades lo había aprehendido. Quizás por esto, aquella noche al verlo, decidió salir corriendo.