Unos 400 jóvenes participaron el viernes en una fiesta clandestina que se realizó en el piedemonte lujanino. Las autoridades creen que podría haber sido convocada por algún RR.PP. de un boliche que hizo la difusión por WhatsApp.
La noche del viernes, tras recibir una llamada en el 911, personal de la Subdirección de Control de Eventos y Locales de Esparcimiento se internó en una huella que se encuentra entre el Corredor del Oeste Juan Domingo Perón y el inicio de la ruta Panamericana (a la altura del kilómetro 82).
Ni bien ingresaron al sendero, los funcionarios empezaron a ver autos estacionados en la orilla de un camino que sólo se puede transitar con una camioneta o vehículo 4x4. Tras recorrer dos kilómetros, llegaron a un lugar conocido como “Las antenas”, donde unas personas informaron que la fiesta se encontraba hacia el Este. Ya en ese lugar se empezaron a ver más autos estacionados. Finalmente los policías llegaron a un lugar donde encontraron gente bebiendo alrededor de una fogata, disfrutando de música que salía de unos parlantes allí instalados.
Por orden judicial se inició el desalojo del lugar pero algunos jóvenes insultaron y les tiraron piedras a los policías y a los funcionarios de Diversión Nocturna que habían arribado a la fiesta, aunque las cosas no pasaron a mayores.
Cuando lograron evacuar a los jóvenes, los funcionarios siguieron escuchando música en el ambiente, por lo que decidieron subir unos 300 metros hacia el Este, donde encuentraron otra fiesta muy bien organizada, ya que había un DJ, música, luces y hasta máquinas de humo. De inmediato se ordenó desactivar el festejo y desalojar la zona, algo que se hizo de forma tranquila.
La Policía estimó que de la fiesta participaron unas 400 personas –de 18 a 30 años-, se contabilizaron unos 150 vehículos, se redactaron 16 actas viales, se retuvieron dos autos y detuvieron a tres personas, una de ellas por una falta contravencional.
El operativo obligó a participar a personal de la Subdirección de Control de Eventos y Locales de Esparcimiento, de Policía Vial, agentes de municipio de Luján, uniformados de la comisaría 30 de Luján y efectivos de Cuerpos Especiales.
Creen que la organizó un RR.PP.
“Esta es la primera fiesta masiva que detectamos. Hacía mucho que no encontrábamos alguna fiesta grande. Las habituales son en casas o bien en algún negocio, como la que se hizo hace poco en un taller de Guaymallén. Esta fue mayor, con unas 400 personas. Por suerte llegamos rápido para poder interrumpirla. Todavía estaba llegando gente; se interrumpió pasadas las 12”, explicó Néstor Majul, subsecretario de Relaciones con la Comunidad del Ministerio de Seguridad provincial.
Si bien no pudo explicar cómo se llegó a organizar un evento de esta magnitud, el funcionario sospecha que lo más probable es que “haya sido organizada a través de grupos de WhatsApp, ya que en las redes sociales no se publicitaba, por algunas personas que trabajan de relaciones publicas en algún boliche”.
Luego especuló que no se organizan estas fiestas porque la música termina delatando el lugar y la gente los denuncia al 911. Además es poco probable que se cobre porque cuando se descubren y se suspenden “el organizador tendría problemas”.
Por otra parte, Majul indicó que en este caso la directiva judicial fue desactivar rápidamente la reunión para evitar contagios y que se produjeran desmanes en una zona oscura y potencialmente peligrosa.
Desde el Ministerio Publico Fiscal indicaron que por este caso hay algunas personas identificadas y que, tal como lo establece el decreto nacional, están prohibidas en Mendoza las reuniones sociales y las fiestas. Por lo tanto, las personas identificadas serán imputadas por violar el artículo 205 del Código Penal. Por otra parte, también están vigentes las multas que son establecidas por los distintos municipios.
“Los jóvenes tienen que entender que si bien ellos no corren, en general, riesgos frente a la pandemia, en una reunión masiva pueden contagiarse y llevar el virus a sus casas o trabajos y contagiar así a personas mayores”, sostuvo Majul.