El paso de las horas ha complicado notoriamente la situación de José Daniel Moreira (31), el único detenido por el femicidio de Dora Hidalgo (67), la mujer buscada durante cinco días y cuyo cuerpo fue encontrado el sábado pasado en un pozo de más de 80 metros de profundidad, en una finca de Coquimbito donde ambos trabajan en el mantenimiento. La mala relación entre la víctima y el acusado y los reproches de ella por sus inconductas laborales, serían los móviles del hecho.
Ayer, este hombre quedó alojado en la cárcel con la dura imputación de femicidio, delito con pena única de perpetua y que le adjudicó el fiscal Gustavo Pirrello. Además de las pruebas objetivas, las declaraciones han puesto al sindicado contra las cuerdas y revelaron detalles de los problemas que tendría con la señora.
Los testigos, entre ellos los otros caseros que trabajan en el predio ubicado en calle Perito Moreno, indicaron que entre Hidalgo y Moreira habían roces por cuestiones del trabajo y que ella lo había acusado con el jefe porque el hombre llevaba mujeres al lugar para mantener encuentros íntimos.
Por este tema y otros motivos ambos estaban enfrentados, y hasta trascendió que el sospechoso ya había amenazado con matarla y cortarle la cabeza.
Justamente, Dora fue hallada en un pozo del que se sustrae agua y hasta el momento no se ha podido encontrar la parte superior de su cuerpo. Se cree que su asesino la degolló.
Cúmulo de indicios
Además de la mala relación por la que se sospecha del imputado, hay otras pruebas que lo apuntan. Una de ellas es que fue el último que estuvo con la mujer antes de su desaparición-el lunes 31 de agosto en la tarde-, ya que los otros dos trabajadores del predio se habían retirado.
El pozo donde dieron con el cadáver estaba cerrado con una tela y un candado, cuyas llaves las tienen Moreira y los otros dos caseros. Sin embargo, el dato es que el detenido es el encargado del riego.
Por último, la Policía secuestró una remera de este hombre con manchas de sangre, prenda que será peritada para saber si los restos hemáticos son de la fallecida. También fue incautada un hacha, lo que podría ser el arma homicida.
El crimen se habría perpetrado en un baño de la finca, lo que se presume por la detección de sangre en ese sitio. El lugar pertenece a José Mansur, presidente de Godoy Cruz, y allí funciona el salón de fiestas Luna India.