Para la justicia, el asesinato de Úrsula Bahillo (18) –asesinado el lunes por la noche en la localidad de Rojas, provincia de Buenos Aires- va camino a configurarse penalmente como un “femicidio con alevosía y premeditación”, por lo que correspondería al atacante e una pena de prisión perpetua.
Mientras que el presunto femicida Matías Ezequiel Martínez (25), un oficial de la bonaerense, permanece todavía internado por las heridas que se autoinfligió, desde la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°5 de Junín, donde se investiga el femicidio, entiende que el policía la habría matado con una gran carga de ensañamiento y que luego, para intentar desviar la investigación, intentó montar una escena que fuera favorable para él, hiriéndose. Úrsula recibió 10 lesiones punzocortantes en el cuello y el torso que le causaron la muerte.
Martínez permanece aún internado por lo que el fiscal Sergio Terrón todavía no ha podido tomarle declaración indagatoria. Pero ya ha declarado en el expediente un familiar del policía que fue contactado tras el ataque a Úrsula. Fue ese familiar quien llamó al 911 y contó que cuando llegaron los uniformados intentó darse a la fuga sin éxito.
Ayer por la tarde, vecinas de Rojas y otras ciudades cercanas marcharon pidiendo justicia por el caso. La movilización comenzó a las 17 en la plaza principal de Rojas pero fue reprimida por la policía y una joven que participaba de la protesta fue herida en un ojo por lo que debió ser internada.