Un descubrimiento revolucionario en el caso del asesinato de Lola Chomnalez llevó a la condena de Leonardo David Sena, gracias a un método innovador desarrollado por la genetista Natalia Sandberg.
El crimen ocurrió el 27 de diciembre de 2014, cuando Lola, una adolescente de 14 años, desapareció mientras pasaba las vacaciones en Barra de Valizas, Uruguay.
Este miércoles, la justicia uruguaya sentenció a Leonardo David Sena, de 39 años, a 27 años y seis meses de prisión por el femicidio de Lola Chomnalez.
Aunque mantuvo su inocencia hasta el final, un método de investigación sin precedentes iniciado por la genetista Natalia Sandberg fue fundamental para incriminarlo. La técnica reveló una conexión crucial a través de un cotejo de ADN entre la sangre de Sena y la encontrada en la escena del crimen.
Desde el principio, las sospechas recayeron en Sena, cuyo ADN fue hallado en la escena del crimen, mezclado con el de Lola Chomnalez.
Aunque inicialmente alegó haberse cortado accidentalmente con una botella de vidrio, su arresto en mayo de 2022 en Chuy, Uruguay, reveló un historial delictivo previo, incluyendo acusaciones de violación en 2009.
Mientras el caso se mantuvo en los titulares y la familia exigía justicia, Natalia Sandberg, médica genetista y directora del laboratorio de Registro Nacional de Huellas Genéticas, se embarcó en un desafío personal.
Caso Lola Chomnalez: la explicación de la genetista sobre el asombroso método utilizado
Sandberg dedicó seis meses a desarrollar un método único para rastrear el ADN en busca de vínculos familiares, desafiando las configuraciones estándar del software del FBI.
El enfoque de Sandberg fue trazar la ascendencia del material genético encontrado en la escena, combinándolo con datos del Ministerio del Interior para identificar familiares potenciales.
Tras intensas investigaciones, se llegó a dos personas encarceladas con ADN similar al encontrado. Se centraron en la línea materna de uno de ellos, identificando a una madre con once hijos, uno de los cuales había sido dado en adopción.
La colaboración de la madre adoptiva fue clave: al proporcionar una muestra de ADN voluntariamente, se confirmó una coincidencia del 99,9% con el material genético encontrado en la escena del crimen.
A pesar de la negativa inicial de Sena para aportar una muestra, se extrajo ADN de sus pertenencias durante un allanamiento, confirmando su culpabilidad con una coincidencia genética del 99,9%.
En palabras de la genetista Natalia Sandberg, “Pasamos como equipo un montón de frustraciones. Pero nunca bajamos los brazos, y mi sueño siempre va a ser mirar a los padres a la cara y decirles que lo dejamos todo”.
Leonardo David Sena, finalmente condenado, enfrentará 27 años y seis meses de prisión. El abogado de la familia, Jorge Barrera, compartió la noticia en redes sociales, señalando que “hoy los padres de Lola pueden dormir con menos dolor”.