El paso de los días ha agravado la situación de Norma Ortubia (68), la esposa del trístemente célebre “Chacal de la Cuarta”, el hombre fallecido hace 10 años, que durante décadas abusó de su hija y la embarazó en siete oportunidades. Hoy su viuda está detenida como “entregadora” para concretar esas violaciones, y ahora le negaron la domiciliaria y le endurecieron la imputación.
La segunda acusada del caso lleva casi tres semanas detenida, pero dos años después de que Cecilia Lucero (46), la víctima, la denunciara. Más allá de la situación procesal de esta mujer, el ya extenso expediente podría dejar también consecuencias importantes en el seno del Poder Judicial.
Es que Cecilia quiere verdad completa y saber por qué no la escucharon antes y se demoraron en actuar. Con el acompañamiento de sus abogados, Cristian Vaira Leyton y Agustín Magdalena, estudia denunciar a 16 funcionarios de la Justicia por inacción.
Los apuntados son fiscales que en su momento instruyeron la causa, jueces de Cámara y del Juzgado de Familia. También hay secretarios y prosecretarios de esas distintas dependencias. Todos ellos en algún momento tuvieron el expediente en sus manos o conocimiento de los episodios y no habrían actuado ante la gravedad de la situación, teniendo en cuenta que había una menor que era sistemáticamente abusada por su padre y que éste contaba con impunidad.
“Cecilia busca cerrar este capítulo horroroso de su vida con la condena a la madre, pero también quiere saber por qué tardaron tanto en atender su caso y no imputaban a nadie. En 2002 comenzaron las denuncias que iban quedando en la nada. Recién detienen al padre en 2009 y en ese momento no acusan a la madre”, explicó el querellante Vaira Leyton.
“Con Cecilia lo estamos evaluando y lo importante es que tenemos testigos de aquellos años que quieren volver a declarar. Había vecinos que denunciaban sobre los abusos, los hermanos de ella también lo decían y hubo asistentes sociales que la abordaron por entonces”, agregó el letrado.
Salvando las diferencias en los hechos, podría encontrarse un paralelismo de este posible coletazo con lo que pasó en el caso de Luciana Rodríguez (3) asesinada en Ciudad, ya que además de su madre y su padrastro fueron enjuiciados cuatro funcionarios por abandono de persona e incumplimiento de los deberes. En la investigación del “Chacal”, se cree que si la Justicia intercedía con rapidez, este hombre hubiera sido detenido antes. “Tenemos pruebas y próximamente vamos a definir los pasos a seguir. Si vamos a fondo, a los jueces y fiscales hay que pedirles un Jury de Enjuiciamiento”, insistió el abogado.
Uno de los primeros padecimientos
Los Andes tuvo acceso a uno de los testimonios que Cecilia le está dando a la escritora y periodista Luciana Agüero, quien escribirá un libro. Aquí un fragmento que demuestra la complicidad de Ortubia con su marido.
“Pasó cuando yo tenía 7 años. Ese día mi mamá se va a trabajar temprano y mi papá me lleva a la cama de ellos. Debajo de las frazadas se sacaba el pantalón y había dejado toda la pieza a oscuras, pero ella volvió. Ve la situación y empieza a gritarle, hace un escándalo y a mí me miraba muy mal. Sale corriendo con mi abuela para ir a la comisaría y él se va detrás de ellas”, cuenta la víctima. Y sigue:”Después de un rato vuelven y me llaman. Venían abrazados como si nada y me dicen que no va a volver a pasar. Para mí eso fue muy fuerte. Desde ese día yo me quedé sin mamá”.
Cárcel e imputación más grave para la viuda
El 7 de julio pasado Norma Ortubia fue apresada y puesta en manos de la fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual. En 2018 su hija Cecilia la había acusado judicialmente al considerarla partícipe de las violaciones y embarazos por parte de su progenitor.
Los resultados de las pericias psicológicas y psiquiátricas de la damnificada se hicieron esperar, pero una vez que estuvieron en poder del fiscal Gustavo Stroppiana, se solicitó la aprehensión de la sospechosa. La mujer fue imputada como partícipe necesaria de abuso sexual agravado por acceso carnal y por el vínculo, en un número indeterminado de veces y en concurso real.
Con la defensa del abogado Carlos Benavídez Bocca, pidieron la detención domiciliaria por su edad, por ser hipertensa y por tomar una medicación diaria. La querella se opuso y recordó los episodios donde la acusada fue a amedrentar a su hija tras denunciarla.
El fiscal este viernes decidió negarle el beneficio a Ortubia y ordenó su traslado al penal de mujeres, al menos hasta la audiencia de prisión preventiva ante un juez. Previo a esto, los profesionales del Cuerpo Médico Forense habían señalado que la mujer estaba en condiciones de salud para ir a un complejo penitenciario.
Además, Stroppiana le modificó la carátula y la señaló como “cooperadora” sobre el delito que se le imputa. Es decir, ya no habría participación por omisión, sino cooperación para lograr los abusos sexuales. Con estos cargos, Ortubia podría recibir hasta 50 años de condena.
“Esto nos permite seguir más firmes en la acusación. Tiene una pena muy alta y es un hecho grave; estamos ante una persona que, en lugar de proteger a su hija, la victimizó”, aseguró el abogado Vaira Leyton.
Y añadió:”Tenemos pruebas y testigos que van a declarar. Somos optimistas en que en algunos meses se pida la elevación a juicio y que en un futuro sea declarada culpable”.
Hoy al caso le queda sólo una persona acusada, ya que hace 10 años murió el principal sospechoso, Armando José Lucero (68). Se lo conoció como “El Chacal de la Cuarta” porque muchos de los abusos en perjuicio de su hija los cometió en una casa de la calle Patricias Mendocinas de la Cuarta Sección, en Capital.
Durante décadas Cecilia soportó los ataques de su padre. Ella quedó embarazada siete veces, hasta que en 2009 sus pedidos de auxilio arribaron a la Legislatura provincial. Los hechos llegaron a oídos de una senadora y se activó una pesquisa judicial que en poco tiempo tuvo al agresor detenido y en la cárcel. Sin embargo, luego de un año de permanencia tras las rejas, Lucero murió por una afección pulmonar sin llegar al juicio.
Esa instancia de debate parece ahora estar reservada sólo para Ortubia, quien durante todos esos años decidió no defender a su hija de ese calvario; por el contrario, la acusaba por provocar a su padre y le decía que era una “puta”, según ha declarado la víctima.