En la localidad de Wilde del partido de Avellaneda, el pasado viernes dos delincuentes asaltaron el kiosco “El Nuevo Bombazo”, ubicado en Camacuá 5300. Los ladrones se llevaron la recaudación del local, aprovechando el momento en que una empleada abría la reja para entregar mercadería. Uno de los delincuentes amenazó a la trabajadora, diciéndole: “Quedate ahí porque te tiro”, mientras el otro sustraía el dinero de la caja registradora.
Tras el robo, Abel, el dueño del kiosco, decidió ofrecer una recompensa de $500.000 a quien brinde información concreta que permita dar con los responsables del asalto. La desesperación y enojo de Abel quedaron reflejados en un video que rápidamente se viralizó en redes sociales, donde expresó: “$500.000 en mano a quien me dé el nombre, apellido, dirección y DNI, lo que sea”. También pidió a la comunidad que compartiera el video para dar con los ladrones.
“A todas las personas que me llaman por teléfono, gracias. Y a los que quieren hacer una colecta, no hace falta. Tengo dos brazos, dos piernas y un terrible ingenio para volver a recuperarme. No necesitamos nada”, agradeció en las redes e insistió: “Nomás compartan el video, hay que escrachar a esta gente”.
Abel, que fue contactado por su pareja, Camila, en el momento del robo, relató en una entrevista con América 24: “Mi esposa estaba muy nerviosa, la empleada llorando del enojo. No pasó a mayores, pero cuando vi el video y la forma en que entraron y abordaron a Camila, fue una explosión en mí, por no haber podido defender mi patrimonio. Fue un momento en el que había dos mujeres solas”.
A pesar de la recompensa ofrecida, Abel dejó en claro que no busca hacer justicia por mano propia. “Será todo legal. Pido los datos del chabón. Sabía que había cámaras porque estaba encapuchado. El que se vendió fue el sinvergüenza que entró armado a mi casa”, explicó. El comerciante subrayó que busca pruebas contundentes para entregarlas a la policía y que las autoridades puedan actuar.
Este no es el primer incidente que sufre el local, aunque en una ocasión anterior el intento de robo fue frustrado. “Somos un centro de oferta y vendemos por volumen, solo abrimos para sacar mercadería. Uno no puede trabajar encerrado”, detalló.
El personal de la Comisaría 5° de Avellaneda llegó al lugar tras el robo, y Abel aseguró que los delincuentes “no son del barrio”. A pesar de su frustración, se mantiene firme en su objetivo de denunciar a los responsables y actuar dentro del marco de la ley. “Esta venganza es personal”, concluyó, mientras espera que alguien brinde la información que lo ayude a dar con los delincuentes.
“Soy una persona honrada que trabaja y hace las cosas bien. Me voy a defender aunque me cueste la vida”, cerró en la nota con el noticiero.