El horror se apoderó de la casa de un jubilado en el partido bonaerense de Moreno. Una mujer de 41 años es la principal sospechosa de haber asesinado de una puñalada en la espalda a un docente retirado, quien fuera el mejor de amigo de su padre, y de haber prendido fuego su casa luego del hecho.
Nathalia Elizabet Lara cuidaba al señor todos los días porque su movilidad estaba reducida. De acuerdo a información de Infobae, la mujer habría querido robar 1.800.000 pesos que la víctima tenía escondidos en un falso fondo de un mueble. Cuando no pudo obtener el botín, acuchilló al jubilado y luego incendió el inmueble para no dejar pruebas.
El crimen tuvo lugar en la localidad de Paso del Rey, Moreno el jueves de esta semana. En la calle Pio XII al 2300 vivía Gerardo Daniel Spinazzola, un hombre jubilado de 75 años. Su cuerpo fue encontrado por los Bomberos Voluntarios, quienes se habían dirigido hasta la vivienda por la magnitud del incendio. Una vez controladas las llamas, los restos del señor fueron hallados por los rescatistas.
En un primer momento se creyó que la muerte era de tipo accidental. Sin embargo, al realizarse la autopsia, se descubrió que la víctima tenía una puñalada en la espalda. Aunque la causa final de la muerte fue, en efecto, la inhalación de monóxido de carbono, si no hubiese habido ningún incendio, el jubilado también hubiese fallecido antes de poder haber recibido asistencia médica, ya que la herida en la espalda era mortal.
Con este giro, el hecho empezó a observarse entonces como un posible homicidio. La UFI Nº3 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez, encabezada por la fiscal Luisa Pontecorvo, ordenó a los investigadores que buscasen testigos que pudieran haber visto si alguna persona sospechosa había entrado o salido de la casa de Spinazzola.
Los vecinos fueron entonces quienes ayudaron a dar con el punto clave de la investigación. Varios de ellos declararon que alrededor de las 19 h, antes del incendio, un auto Corsa, de color verde, estuvo estacionado sobre la vereda, con el baúl en dirección a la casa. Además, indicaron que había alguien que subía bolsas al vehículo. Y uno de los testigos indicó que se trataba de una mujer con cabello corto.
El círculo más cercano de la víctima comenzó a ser entonces interrogado por funcionarios judiciales. En un momento, se llegó al mejor amigo de Spinazzola: un hombre que no solo conocía todo de la vida del jubilado sino que además tenía las llaves de su vivienda y le manejaba las cuentas bancarias. Al seguir profundizando, descubrieron que la hija del mejor amigo era quien lo asistía diariamente por un problema de movilidad reducía que padecía. Las características físicas de esta mujer coincidían con las de la persona que los vecinos aseguraron haber visto en la casa el día del crimen.
Un testimonio clave y la detención de la presunta asesina
Otro detalle importante echó claridad a los investigadores. Los bomberos que fueron a la casa incendiada pudieron entrar por el portón del garaje ya que este no estaba cerrado con llave. Además, estando ya en el interior de la vivienda, se percataron de que la puerta del fondo estaba totalmente abierta sin haber sido forzada. Entonces, concluyeron que antes del incendio había entrado a la casa alguien con llaves de la misma.
El celular de Lara, que ya era considerada sospechosa del asesinato, fue interceptado y descubrieron que en el trascurso de aquel día había tenido un asiduo contacto con un número cuya antena receptora estaba en el partido de San Fernando, provincia de Buenos Aires. Es más, a las 20:30 del jueves, hora del incendio, ambos teléfonos tuvieron contacto.
En ese momento, un remisero se presentó ante la Justicia. Era el dueño del Corsa verde. Cuando el hombre se enteró de la noticia de la muerte no quiso que lo vincularan con el hecho y se presentó a declarar.
Explicó entonces que había sido contratado para realizar un viaje desde Paso del Rey hasta una casa en la localidad de San Fernando. El remisero dio las direcciones exactas y, con esa información y la autorización del Juzgado de Garantías Nº 1 de la jueza Adriana Julián, la propiedad fue allanada y la mujer que vivía allí, detenida.
Ella, de 41 años e identificada como María Itatí Morales de 41 años, se negó a declarar. En su domicilio pudieron recuperarse las bolsas que habían dio sacadas de la casa de la víctima con algunos objetos de valor.
La detención de Nathalia Elizabet Lara llegó al otro día, según Infobae. La Policía de la Ciudad la detuvo en la puerta de su domicilio, en el barrio porteño de Villa Luro, y le incautó el celular.
Spinazzola depositaba mucha confianza en la mujer y hasta se refería a ella como su “angelito”. Lara-quien tiene dos hijos-se negó a declarar ante la fiscal Pontecorvo y quedó imputada por homicidio agravado y por alevosía en concurso real con robo agravado por el uso de arma blanca.
Hasta el momento, ningún elemento indica que el padre de la mujer (y mejor amigo de la víctima) estuviera al tanto de los planes de su hija.
Los investigadores manejan la siguiente hipótesis: Lara amenazó a Spinazzola para que le revelara dónde guardaba el dinero. Cuando el hombre se negó, ella lo golpeó y apuñaló por la espalda. Luego, juntó objetos de valor, los puso en bolsas y los subió al remis que estaba estacionado en la vereda. Para ocultar las purebas, finalmente decidió incendiar la propiedad.
De acuerdo a los investigadores, pudo tratarse de una tragedia mucho mayor ya que explotaron caños de gas. Todo se quemó, incluso los millones de pesos que tanto buscaba.
