Las autoridades hallaron restos óseos en un descampado de Mar del Plata, que luego de un estudio de ADN trascendió que pertenecen a Iara Nardelli, la joven de 16 años que había desaparecido hace 21 días. La menor se fue de un hogar en el que se encontraba institucionalizada.
El resultado del estudio fue confirmado por el laboratorio de genética de Junín, en base al estudio sobre un cráneo y una tibia encontrados el pasado martes 11 en un predio del barrio Virgen de Luján, según detalló el diario La Capital de Mar del Plata.
Cabe mencionar que Iara vivía en el complejo Aldeas Infantiles, ubicado a menos de 1.500 metros del lugar donde fueron hallados los restos. La menor se encontraba allí por un cuadro de depresión que atravesaba desde hace dos años.
Por otra parte, sus padres viven en Miramar. Es por esto que el pasado 30 de junio, Iara había hablado por última vez con su madre, Mariela Quintanilla, siendo esta la última vez que se supo de ella.
En diálogo con TN, Quintanilla declaró: “Hay mucha incertidumbre sobre lo que le podría haber pasado. Desde el momento uno no me avisaron de la desaparición. Después se pierden 24 horas de búsqueda importante. El juzgado de familia es un desastre. Se pasan la pelota entre la directora y la comisaría”.
Ante lo dicho, la madre había anunciado una conferencia de prensa para este viernes, para exigir mayores precisiones sobre qué le pasó a la joven y cómo fueron sus últimas horas. La causa está a cargo de la fiscal Florencia Salas, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 1 (UFI 1) marplatense.
Los restos fueron encontrados por un trabajador rural del barrio Virgen de Luján, en el extremo oeste de Mar del Plata. El hombre había denunciado el hallazgo de un cráneo humano el lunes 10, por lo que tras la inspección del lugar se obtuvieron nuevos elementos.
“Se confirmó la existencia de un cráneo humano, la mandíbula diseccionada y también cuero cabelludo de una persona entre 16 y 30 años”, contó Salas en los tribunales locales.
Además, la fiscal detalló que se encontraron otros restos óseos que podrían corresponder a una tibia, y que en el mismo predio, ubicado en Brandsen, fueron halladas “pertenencias que corresponderían a la menor”, entre ellas una campera, unos “lentes recetados” y un cuaderno con anotaciones manuscritas.
Acorde a sus declaraciones, Salas indicó que la muerte de Iara pudo haber ocurrido “3 o 4 días” antes del hallazgo, aunque “podrían llegar a ser más por el frío y las condiciones climáticas” recientes, y que “hasta el momento no hay ningún indicio que se trataría de una muerte violenta” ni de la intervención de terceras personas.
Respecto del estado y la dispersión de los restos hallados, la fiscal manifestó que podría deberse a “la acción de animales salvajes como perros”. De hecho, esa jauría atacó a una nena de 9 años el mismo día en que se hallaron los restos.
A pesar de que un grupo de especialistas en rastrillaje rural que viajó desde Balcarce trabajó en el predio, no pudieron recuperarse más restos. Este es un punto que resultó extraño para los investigadores.
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