Encontraron a Mauricio Suárez a 17 años del crimen Piottante-Libedinsky, pero no irá preso

Tras 17 años de búsqueda, luego del homicidio del psicólogo Flavio Piottante y su paciente Estrella Libedinsky, Gendarmería Nacional dio con el único sospechoso mientras intentaba cruzar a Bolivia. Pero como la causa prescribió, el hombre recuperó su libertad.

Encontraron a Mauricio Suárez a 17 años del crimen Piottante-Libedinsky, pero no irá preso
Piotante, LIbedinsky y el sospechoso, Mauricio Suárez.

Luego de 17 años de misterio y búsqueda, apareció Mauricio Suárez, el único sospechoso del asesinato del psicólogo Flavio Piottante (39) y su paciente Analía Estrella Libedinsky (30) ocurrido el 12 de julio de 2006 en Ciudad. El prófugo fue encontrado por Gendarmería Nacional cuando intentaba cruzar a Bolivia por un cruce fronterizo del Norte. Sin embargo, no irá preso porque su causa, por ley, prescribió.

Suárez estaba prófugo desde 2006, cuando la Justicia mendocina lo señaló como el único sospechoso de haber cometido el doble crimen que conmovió a la provincia y que resonó en todo el país.

Según informó el Ministerio Público Fiscal, Suárez fue interceptado por personal de Gendarmería Nacional cuando intentaba cruzar a Bolivia por el Puente Internacional Salvador Mazza.

Sin embargo, el ex empleado municipal sólo estuvo unas horas detenido y luego recuperó la libertad, cuando las autoridades salteñas pudieron notificar, tras comunicarse con la Fiscalía de Homicidios de Mendoza, que la orden de captura ya había prescripto el año pasado.

“Las autoridades del Puente Internacional se comunicaron con la Unidad Fiscal de Homicidios solicitando información, a lo que se le expresó que estaba ordenado por el Juez Penal Colegiado. También se informó a Migraciones el “sin efecto” de la captura internacional”, informaron en un comunicado oficial desde el Ministerio Público Fiscal.

Piottante-Libedinsky: el caso impune que prescribió en 2021.
Piottante-Libedinsky: el caso impune que prescribió en 2021.

Con esa novedad en mano, las autoridades salteñas no tuvieron más remedio que dejar a Suárez en libertad.

Los cuatro fiscales que tuvo la causa juntaron pruebas incriminatorias que señalaban a Suárez como el único autor del doble crimen. A pesar de esto, el presunto asesino supo burlar a la Justicia y se fugó sin dejar rastros que pudieran facilitarle a la fiscal Claudia Ríos, la última en encabezar la pesquisa, el lugar donde se escondió todos estos años.

Brutal y sangriento doble crimen

Los cuerpos sin vida del psicólogo Flavio Piottante y de su paciente, Analía Estrella Libedinsky fueron encontrados la mañana del 13 de julio del 2006. Los peritos forenses determinaron que el profesional de salud mental había muerto de dos balazos: uno en el tórax y otro en el cuello. En tanto que a la mujer la habían golpeado en el rostro y luego la habían estrangulado hasta matarla.

Las pericias determinaron como horario probable de muerte las 23 del 12 de julio, con un margen de error de dos horas.

Quien se topó con la escena de crimen fue Beatriz Llín, la madre del psicólogo, que desde el día anterior llamaba a su hijo por teléfono sin obtener respuesta, por lo que, preocupada, caminó los 50 metros que distanciaban su casa del consultorio en Barcala y Chile de Ciudad.

La mujer ingresó a la propiedad ya que tenía un juego de llaves y apenas entró observó mucho desorden y sangre por todos lados. Dio más pasos y vio a su hijo y a la paciente muertos, sin ninguno de los ingresos al lugar forzados.

El consultorio donde Piottante y Libedinsky fueron asesinados
El consultorio donde Piottante y Libedinsky fueron asesinados

Los primeros pasos de la investigación se dieron sin demasiadas novedades, hasta que se produjo una declaración clave. Diego Coronel, por aquellos días director de Logística del Ministerio de Seguridad, se presentó en la fiscalía el 16 de julio y contó que había estado con el presunto autor cenando en la calle Arístides Villanueva y que éste le había dicho: “Me mandé una cagada y me tengo que ir del país”.

Suárez era el ex novio de la pareja de Piottante, Andrea Troncoso, y eso dio pie a tejer una hipótesis del crimen. Pero cuando se ordenó la detención de Suarez, el sospechoso ya había desaparecido.

El sospechoso había dejado su auto abandonado en inmediaciones de la terminal de ómnibus. Las antenas de teléfono ubicaron su celular en la zona donde se cometió el doble crimen, precisamente en la noche que mataron a las víctimas.

Durante los últimos años, la causa pasó por las manos de cuatro fiscales. Los datos sobre su posible paradero llegaron y fueron variados; se habló de San Juan, San Luis, Buenos Aires y Chile, pero ninguno fue certero. Aun después de que el año pasado el caso quedara impune, nada se sabía del paradero del sospechoso hasta este viernes 11 de agosto que decidió salir del país.

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