Este domingo, un nuevo asesinato tuvo lugar en Ramos Mejía, Buenos Aires, luego de que Roberto Sabo, un quiosquero de 48 años, fuera asesinado de un balazo en la cabeza por una pareja de delincuentes.
Todo ocurrió durante el mediodía de este domingo en el local “Drugstore Pato”. El trabajador fue sorprendido por un joven de 29 años y su novia de 15 quienes le arrebataron la vida y se dieron a la fuga con un vehículo robado. Los delincuentes ya se encuentran detenidos.
A raíz del terrible hecho, los vecinos de La Matanza -enojados y agotados por el nivel de inseguridad en la Provincia- protestan este lunes con duros reclamos al Gobierno.
Según destaca La Nación, Pedro, el padre de Roberto, se presentó a la manifestación con los vecinos, quienes lo recibieron entre besos y abrazos. “Quiero justicia, quiero pena de muerte para los chorros. Quiero que me devuelven a mis hijos, quiero que se encarguen de la seguridad”, dijo, con la voz quebrada.
Y agregó: “Saquen a esta manga de delincuentes, a estos kirchneristas que desde que vinieron al gobierno pudrieron toda la juventud”.
“Estoy muy enojada; detrás de cada muerte hay una condena que no se cumplió. Todos los días es uno, mientras que los políticos que los políticos van con guardaespaldas, la gente se muere de hambre y nos matan como hormigas”, dijo a LN+ una mujer que en sus manos llevaba un cartel con la consigna “Basa de inseguridad en La Matanza”.
Minutos después de las 18, agentes de la fuerza policial de la Provincia valló los alrededores del a Comisaria 2da, donde anoche también se dio una improvisada manifestación por el crimen de Sabo que culminó con un fuerte cruce con el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni. Cuando llegó el titular de la cartera, la gente reaccionó con gritos e indignación. Y lo increparon. “Sorete”; “Asesino”; “Vende Patria”, fueron algunos de los insultos de aquellos que reclamaban “Justicia” en el lugar.
Una hora después, cerca de las 19, tal era el caudal de gente que se empezaron a registrar enfrentamientos con las fuerzas de seguridad durante la marcha. Los vecinos reunidos en la avenida de Mayo de Ramos Mejía intentan cruzar el vallado y el cordón de agentes policiales bonaerenses para llegar a la Comisaría 2da.