La Fiscalía de San Martín dio por terminada la investigación de uno de los crímenes más conmocionantes de los últimos tiempos: el asesinato de la joven madre Agostina Trigo (22).
Esta semana el fiscal Martín Scattareggi elevó a juicio la causa que tiene como imputado a Diego Armando Caballero (35), con la carátula de femicidio, según informaron fuentes judiciales.
No se descarta que la defensa de Caballero se oponga a esta calificación cuestionando que no se trata de un homicidio en contexto de violencia de género porque no existía una relación preexistente entre víctima y victimario.
Aunque para la Fiscalía de San Martín que dirige Oscar Sívori, “la figura de femicidio no requiere actos previos cuando del mismo acto surge el odio hacia la mujer”, tal como se ha sostenido en otros casos, por ejemplo, el femicidio de Ivana Millio, también cometido en el Este.
Por otra parte, si bien Caballero está imputado en tres causas de promoción de la prostitución, desde el Ministerio Público Fiscal se ha decidido que se realice el juicio por el femicidio y que luego Caballero sea sometido a otro debate por esos delitos sexuales.
Es que existe una denuncia de una joven que indicó haber sido atacada sexualmente por Caballero repetidas veces. Los abusos se habrían llevado adelante desde 2016 hasta el año pasado.
Rastros genéticos del imputado encontrados en el cuerpo de Agostina, un papelito con el número de teléfono de la chica que fue descubierto en su billetera y el acceso a la cuenta de Facebook de la víctima son algunas de las pruebas que comprometen a Caballero.
La muerte de Agostina Trigo generó indignación en la población del Este y en algunas organizaciones feministas. El 6 de julio pasado se produjo una multitudinaria marcha en San Martín que terminó con un enfrentamiento entre manifestantes y policías, con detenidos y roturas en el edificio de la fiscalía.
El brutal crimen de Agostina
El lunes 4 de julio de año pasado Gladis Domínguez, la abuela de Agostina, llamó al 911 para denunciar que su nieta había desaparecido la noche anterior. Contó que le había dicho que hacía algunos días se había contactado por Facebook con alguien que dijo ser camionero, que vivía en Buen Orden y buscaba a una persona para cuidar a un niño que vivía con sus hermanos y su abuela.
Por eso, el domingo anterior el hombre le envió un audio para juntarse un rato, diciéndole que la iba a esperar a bordo de una moto en la parada de colectivo de la plaza de Buen Orden para ir a la casa y conocer a los chicos. Los investigadores siguieron esa pista, detuvieron a un sujeto y resultó que nada tenía que ver con el caso.
El miércoles 6, a las 10, personal de la Unidad Ciclística de Acción Rápida (UCAR) halló el cuerpo de Agostina en un galpón abandonado, en Buen Orden. Había sido asesinada entre la noche del domingo 3 de julio y la madrugada del lunes 4 de julio, según establecieron las pericias del Cuerpo Médico Forense.
Material genético de Caballero se encontró en la escena del crimen y en el cuerpo de la joven asesinada. Los investigadores llegaron al sospechoso través de un análisis y seguimiento en las redes sociales de Agostina y por el peritaje en el celular de la víctima: Caballero había accedido a la cuenta de Facebook de Agostina y tenía un papelito con el número telefónico de la víctima.
El cuerpo de Agostina tenía múltiples heridas punzantes y un fuerte golpe en la base del cráneo. Para los peritos, la causa de la muerte fue “multicausal”, es decir, que cada una de las cuatro puñaladas recibidas en el tórax pudieron haber provocado el deceso. No se pudo saber cuál de todas las heridas fue la que terminó con su vida.
Además, entre las pericias se confirmó que Agostina fue víctima de abuso sexual debido a que presentaba una lesión característica de ese tipo de ataques.