A una semana del veredicto de los jueces de Dolores para los ocho rugbiers por el asesinato de Fernando Báez Sosa, el Servicio Penitenciario Bonaerense realizó una serie de consolidaciones relacionadas con la reclusión y alertó sobre el futuro de dos de los detenidos.
Las autoridades del SPB encendieron las alarmas en las últimas horas por el estado de salud mental de algunos de lo rugbiers y se teme que puedan quitarse sus propias vidas.
Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Enzo Comelli y Matías Benicelli, quienes fueron condenados a reclusión perpetua, serían los más afectados.
Fuentes carcelarias le señalaron a la agencia de Noticias Argentinas que “Los ocho están con una medida de resguardo de integridad física por miedo a que se lastimen ellos mismos por la depresión que padecen” y revelaron que “hay temor de que alguno pueda suicidarse”.
Cabe recordar que hace unos días el Servicio Penitenciario ya había recomendado que Máximo Thomsen sea apartado del grupo ante las fuertes internas con los otros cuatro condenados a perpetua.
Luego del veredicto, el 6 de febrero, los rugbiers volvieron al penal de Melchor Romero tras pasar más de un mes en la cárcel de Dolores mientras se llevaba a cabo el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa.
Además, solicitaron ocho cupos para ser trasladados a la Unidad 57 de Campana para estar más cerca de sus familiares que viven en Zárate.
También reconocieron que cuando les quitaron los celulares, luego de que se comprobara que realizaban publicaciones en redes sociales, se potenció la depresión de los internos. “Nos sacaron los celulares que usábamos para hablar con nuestras familias. Hablar con ellos era lo único que nos mantenía vivos”, habría dicho uno de los rugbiers.
Noticias Argentinas informó que los más afectados serían Thomsen y Comelli. Los dos habrían pedido asistencia psicológica en reiteradas oportunidades. Según TN, también habrían pedido que se les otorguen biblias y la presencia de un pastor evangélico.