Lucas Hernán Aparicio (23) fue asesinado de un disparo en la cabeza durante la madrugada del sábado, en Guaymallén, luego de que se desatara una disputa entre invitados de un cumpleaños y miembros de la comunidad gitana. También terminaron heridas tres personas, entre ellas el cumpleañero, quien se encuentra en grave estado. En las últimas horas la fiscalía imputó a los cuatro detenidos, mientras que los vehículos que fueron secuestrados horas después del hecho quedaron bajo investigación por formar parte presuntas estafas en Mendoza y en Neuquén.
Festejo, reclamo y muerte
Durante la noche del último viernes, un grupo de amigos se reunió en una vivienda ubicada en el kilómetro 1.030 del Acceso Este, justo al lado de “el predio de los gitanos”, como se le llama a los terrenos donde viven los miembros de dicha comunidad en esa zona. Se habían reunido a celebrar un cumpleaños de 18 años de un joven que ahora lucha por su vida.
Habían pasado 30 minutos de las 3 de la madrugada, cuando un llamado al 911 alertó con desesperación que un grupo de personas se enfrentaba a tiros. Cuando llegaron los efectivos se encontraron con personas heridas de bala y dos camionetas todo terreno huyendo a toda velocidad de la escena.
Uno de los conductores escapaba en una Toyota Hilux de color negro hacia el Este, por la lateral Norte del acceso, mientras que el otro partió en la misma dirección, pero a bordo de una VW Amarok de color azul. Rápidamente los móviles de la Policía salieron a perseguirlos y, tras una breve persecución como en una película de acción, finalmente lograron detener a este último en cercanías de una estación de servicios YPF.
En paralelo, el cumpleañero era llevado de urgencia a la guardia del hospital Central en la camioneta de uno de los invitados porque uno de los disparos le había impactado en el pecho. Mientras que los uniformados que se quedaron en el predio llamaron a una ambulancia porque había más heridos de bala tendidos en el lugar, entre ellos, Aparicio con un disparo en la cabeza.
Cuando llegó una unidad del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC), los médicos constataron que Lucas ya estaba muerto y que el resto de las víctimas, dos mujeres de 23 y 25 años, habían recibido un tiro cada una, pero no corrían riesgo de muerte.
Música alta, el insólito detonante
Según la reconstrucción de los hechos que realizaron los sabuesos, los gitanos se presentaron en la vivienda del cumpleañero con la intención de que bajaran el volumen de la música, pero el mal modo que acompañaba al reclamo despertó la furia de los jóvenes que festejaban los 18 de su amigo.
Fue entonces que comenzó una discusión que subió de tono y por la cual empezaron a “llover” piedras. Sin pensar que la disputa se pondría aún peor, algunos miembros de la comunidad gitana respondieron esa agresión descargando sus pistolas.
Cuando la Policía Científica llegó a analizar el predio, los peritos encontraron varias vainas servidas. “Al menos 10″, le aseguró una fuente allegada a la investigación a Los Andes.
Ya en horas de la mañana del sábado volvieron a la escena investigadores de la División Homicidios junto a la fiscal Claudia Ríos Ortíz y realizaron una serie de allanamientos que dejó como resultado la aprehensión de una joven gitana de 26 años por la tenencia de una pistola calibre 40.
También secuestraron un rifle, una escopeta y municiones de distintos calibres, así como dos camionetas pick up y un camión que tenían pedido de secuestro por estafas realizadas a personas en Mendoza y otras en Neuquén.
Horas más tarde, la muchacha fue liberada mientras que la imputación recayó en los cuatro detenidos que, según señalaron fuentes oficiales, son los que se presentaron en la vivienda del cumpleañero y a quienes también se les sumará la causa de las estafas.
Lautaro Juan (18), Walter Esteban (18), Marcelo Juan (21) y Walter Juan (22) fueron imputados por la fiscal Ríos Ortíz por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, por la muerte de Aparicio, y por homicidio en grado de tentativa por el joven que festejaba sus 18 y las dos chicas heridas.
