La reclusa más famosa de Mendoza - Sandra Jaquelina Vargas (44), más conocida como “La Yaqui”- fue sobreseída como instigadora de un homicidio y ya está en condiciones de recibir el beneficio de las salidas transitorias.
Actualmente y desde 2016 Vargas cumple una condena de 15 años por tráfico de drogas y lavado de activos y otra de 3 años en por asociación ilícita y falso testimonio. Pero “la Yaqui” fue detenida en San Luis en marzo de 2014.
Por otra parte, luego de terminar la secundaria en 2019 y salir abanderada (su hermana, salió escolta) recibió una rebaja de pena de 1 año y 8 meses por estimulo educativo.
Por otra parte, “la Yaqui” fue detenida en San Luis en marzo de 2014. Por lo tanto, en marzo próximo cumplirá 7 años de encierro, es decir más de la mitad de la pena mayor recibida.
Así las cosas, en 2018, ingresó al periodo de prueba y hace poco más de un mes el abogado que la asiste, Enoc Ortiz, solicitó que se le otorgue el beneficio de salidas transitorias. Seré el Tribunal Oral 2 de ejecución Penal Federal quien deberá expedirse sobre el asunto.
Sobreseída de un homicidio
Ayer el juez Alejandro Miguel, del Tribunal Penal Colegiado Nº 2 determinó que no existen pruebas suficientes para que Vargas sea juzgada por homicidio en calidad de instigadora luego de que el defensor Enoc Ortiz apelara por segunda vez a la elevación a juicio de la causa que instruye el fiscal de Homicidios Carlos Torres. Ahora el fiscal podría llevar el caso a la Corte provincial para que defina si debe ir o no a juicio .No es un tema menor ya que el delito tiene penas que van de los 10 a 33 años de cárcel.
Para el fiscal, Vargas habría planeado y mandado a matar a Andrés Alejando Arce (31), asesinado en el barrio Campo Papa el 8 de febrero del 2014. El asesinato de Arce no tiene detenido a su autor material, luego de Carlos Vargas, sobrino de la líder, fue absuelto por el hecho en un juicio en 2016.
Según la investigación de Torres, Vargas quería terminar con la vida de la persona que había asesinado a su pareja, Cristian Gélvez. Pero los sicarios que habrìa enviado –los famosos “angelitos de La Yaqui”- confundieron el blanco y terminaron ultimando a alguien que nada tenía que ver con la muerte de Gélvez. El objetivo de ellos era Javier Quirino, quien tiempo después admitió haber atacado al esposo de Vargas y fue condenado.
Las principales pruebas -escuchas telefónicas y el geoposicionamiento de diferentes teléfonos celulares- no fueron suficientes para que “La Yaqui” sea juzgada por tercera vez, según determinó ayer el juez Miguel.