Un incendio en Las Heras se cobró la vida de Alejo Muñoz, un nene de apenas 2 años, quien estaba al cuidado de una tía debido a que sus padres estaban trabajando. Las llamas devoraron el departamento, pero el pequeño no presentó ni una lesión por fuego, por lo que habría fallecido a causa de la inhalación de monóxido de carbono.
Pasadas las 19 del martes, los vecinos de El Algarrobal llamaron al 911 pidiendo ayuda desesperada ya que una vivienda ubicada en calle Liniers, en el barrio San Pablo, se estaba incendiando. En cuestión de minutos arribó al lugar un patrullero y una dotación del cuartel de Bomberos Voluntarios de Las Heras.
Cuando los efectivos llegaron al lugar, decenas de vecinos estaban parados en la calle frente al pequeño edificio gritando desesperados que había un niño atrapado en una de las tres habitaciones de la vivienda donde vivía con sus padres, ambos miembros de la Policía de Mendoza, que al momento del hecho estaban trabajando.
Las llamas se habían esparcido a todos los rincones del departamento ubicado en la planta alta y, para ingresar al hogar, los bomberos debieron tirar el portón de la entrada, ya que el mismo estaba ubicado sobre una construcción llena de locales comerciales en la planta baja.
Las enormes llamas ya habían abarcado cada metro de la casa, por lo que a los bomberos voluntarios se les imposibilitaba el acceso. En ese instante llegaron efectivos del Cuartel Central de la Policía de Mendoza y entre todos se dividieron las tareas de rescate.
Mientras algunos intentaban controlar el fuego, para que no se propagara a las casas lindantes, otros lograron ingresar a rescatar a Alejo. En ese momento arribó al lugar una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado lista para trasladarlo al hospital Gailhac, mientras que, por otra parte, las autoridades le daban aviso a los padres de lo que estaba pasando.
Rescate y dolor
Lo bomberos que estaban dentro de la vivienda se encontraron con el pequeño en el suelo de su habitación, “como durmiendo”, según especificaron fuentes oficiales a Los Andes. Su cuerpito yacía entre la cama y el placard, justo en un hueco donde las llamas no habían podido alcanzarlo.
Cuando sacaron al menor del dormitorio las llamas seguían al rojo vivo. Los médicos de la ambulancia lo recibieron y a la vista de los vecinos, expectantes de la trágica situación, comenzaron a hacerle RCP. El niño estaba completamente desvanecido y no respondía a las maniobras, por lo que la ambulancia emprendió el traslado urgente al nosocomio.
Paralelo a todo este desgarrador momento, al lugar llegó la mamá del chiquito, quien se desempeña como policía en la Unidad Especial de Patrullaje de la comisaría 57 de Godoy Cruz y alegó que había dejado a su hijo al cuidado de su hermana porque le había salido un servicio extraordinario en ese mismo departamento y que el padre de la criatura también estaba trabajando.
En ese instante desde el nosocomio llegó la noticia más desgarradora: pese a que los galenos intentaron reanimarlo durante 25 minutos, a las 20.04 el menor falleció.
El desconsuelo de la madre inundó de angustia a los vecinos, los efectivos y la dotación de bomberos que estaba presente sobre la calle Liniers frente a los vestigios del hogar del pequeño Alejo y sus padres. Más de uno de los presentes derramó lagrimas sin poder evitar ponerse en el lugar de la joven policía.
De acuerdo al primer informe de las pericias realizadas por el Cuartel Central de Bomberos, el incendio se originó en la planta alta de la vivienda por un desperfecto eléctrico, según indicaron fuentes del Ministerio de Seguridad.
