“¿Qué tengo que decir ahora? ¿Gracias a Dios estoy viva? ¿Menos mal no fue peor? ¿Agradecer porque sólo fui sometida al acoso y a la violencia?”. Son preguntas que se hace por estas horas Agustina Tramontana, la moza de 21 años que fue atacada cobardemente con un vaso de vidrio en la cabeza por un grupo de hombres en la calle Arístides Villanueva. Por la agresión, recibió 20 puntos de sutura. Pronto le espera una cirugía plástica, además de enfrentar las lamentables secuelas psicológicas y físicas.
“Ayer fui yo, pero esto pasa constantemente en la gastronomía. Estoy cansada de esto, de la inseguridad, de que ya no pueda sentirme segura ni en el trabajo, porque siempre nos preocupamos por la ida o la vuelta y se suponía que el trabajo era el lugar seguro y ahora ni eso. ¿Ahora se supone que tengo que sentirme insegura en cualquier lado?”, cuestionó la chica en un posteo realizado en sus redes sociales tras la repercusión de su caso.
En su escrito, Agustina repasó cómo le afectó el ataque a su salud. “Tengo más de 20 puntos en la cara, el oído izquierdo sordo... Sin hablar de la cirugía plástica que tienen que hacerme. ¡Todo por un par de tragos, por unos bestias que no saben medirse, ni saben tomar!”, dijo.
“Me arruinaron la cara al punto de no poder verme en un espejo sin llorar, me hicieron mierda física y mentalmente y así como me pasó a mí les pasa a muchísimas personas que trabajan en el rubro, esto pasa todos los días no se crean que porque llegue a los medios es debut y despedida”, resaltó.
Agustina expresó sentir “impotencia” y “tristeza” porque el estado de su cara, los traumas y las inseguridades que le dejaron “hoy no valen los dos ron con Coca que se tomaron”.
“La desfiguración de rostro, mi miedo al salir a la calle, los traumas y la depresión de verme así no me las saca nadie (...) Antes de ser agredida fui acosada y aun así tuve que seguir siendo ‘amable’ porque son mis clientes y siempre tienen la razón, porque de ellos depende mi trabajo y las reseñas en Google. ¿Entonces tengo que seguir aguantando el acoso? ¿Tengo que seguir haciendo oídos sordos a las cochinadas que dicen? ¿Aguantando malas caras? ¿Malos tratos de los clientes hacia todo los que trabajamos como mozos?”, sumó Agustina, junto a las fotos de sus heridas.
“¿Qué tengo que hacer ahora? ¿Encerrarme en mi casa? ¿Dejar de trabajar porque ya no sé si mañana vuelva? Estoy harta de vivir con miedo, de convivir con el acoso constante porque es lo que aguantamos para ganarnos el 10% de su consumición y poder tener propinas porque de eso depende nuestros compañeros también”, siguió.
“Ayer fui yo y más tarde es otra. ¿Hasta cuándo? ¿Después las exageradas y locas somos nosotras? Nos quiero lindas, libres y locas”, cerró su publicación en Facebook.
Cómo fue el ataque a la moza en la Arístides
Según explicaron fuentes allegadas a la joven, alrededor de las 3.30 del lunes, dos hombres llegaron al bar “Maldito perro” (Arístides) y se sentaron en una de las mesas de la vereda, que justo tenía a cargo Agustina. Los sujetos estaban ebrios y comenzaron a acosarla con comentarios fuera de lugar, por lo que el encargado del local les pidió que se retiraran.
Cuando se pararon para irse, uno de ellos intentó llevarse el vaso y, como le pidieron que lo devolviera, el sujeto se dio vuelta y lo reventó en la cabeza de la muchacha de 21 años. Agustina cayó al suelo completamente aturdida mientras que los presentes intentaron linchar a los atacantes.
El fiscal Tomás Guevara, de la Fiscalía Correccional, quedó a cargo de la causa que tiene a tres detenidos, entre ellos, los dos hombres -de 35 y 39 años- que atacaron a la moza, quienes serían imputados en las próximas horas por lesiones leves o graves. Eso lo determinará el funcionario a partir de los resultados de las pericias que pidió, según precisaron fuentes del Ministerio Público Fiscal.
El otro aprehendido es un muchacho que, ante el ataque que sufrió Agustina, descargó su furia contra la camioneta de los agresores.
Un video de las cámaras de seguridad muestra en detalle el ataque a la moza.