Como se preveía, el paso de las horas fue complicando la situación de Oscar Pizarro (59), comisario retirado y ex jefe de Defensa Civil que el viernes a la noche apuñaló a su hijo en Las Heras. El ex funcionario fue imputado ayer y definirán si va a la cárcel.
Haciendo uso del derecho de no declarar, al sospechoso le comunicaron el delito que pesa en su contra: tentativa de homicidio agravado por el vínculo, con una pena de 10 a 15 años.
Pizarro permanece en la comisaría 16 desde el viernes, en dónde se entregó tras el hecho de sangre. Su hijo, también de nombre Oscar, de 30 años, se encuentra en el hospital Lagomaggiore y las noticias del domingo fueron de que estaba evolucionando favorablemente.
La víctima ingresó con una puñalada en el abdomen, directo a terapia intensiva y con complicaciones en el hígado. Fue operado y los médicos que lo asisten informaron que estaba mejorando.
La pelea que lo dejó internado la protagonizó con su padre, en la casa que comparten en calle Polimeni al 600. Por motivos que se investigan, se cruzaron ferozmente y Pizarro padre lo terminó hiriendo con un arma blanca.
El cuchillo con el que lo atacó fue secuestrado por la Policía y se realizarán los peritajes pertinentes. Este elemento fue encontrado en el living, luego de que la riña se desató en la cocina de la vivienda.
Otra prueba importante incorporada por el fiscal Carlos Torres, fue la declaración de la madre de la víctima y esposa del sospechoso. Si bien esta mujer no fue testigo presencial del episodio, si estaba en la propiedad cuando ocurrió. Además, trascendió que en su testimonial habría dado algunos detalles de la mala relación entre los protagonistas.
En caso de que el detenido siga sin dar su versión, será fundamental escuchar al herido cuando esté en condiciones de relatar lo que pasó.
Mientras la causa penal avanza, los pesquisas definen en dónde queda alojado Pizarro. Si bien el delito que le imputan es grave y, en principio, no le correspondería ninguna morigeración, las autoridades saben de su pasado como comisario y de que podría tener un mal recibimiento en la cárcel por parte de los otros presos, por los viejos y famosos códigos" intramuros.
En base a esto evalúan algunas posibilidades y hasta anoche seguía en la comisaría de Las Heras.
Pasado tormentoso
En marzo del 2017 y luego de muchas sospechas, Oscar Pizarro fue desplazado de la Dirección de Defensa Civil.
Además de que su salud no lo acompañaba-había sufrido dos ACV-, fue denunciado por cobrar coimas a través de Bomberos para emitir habilitaciones y certificaciones en distintas obras.
En este proceso intervino la Inspección General de Seguridad (IGS) porque el organismo que dirigía depende del Ministerio de Seguridad, y fue uno de los motivos de su alejamiento, además de ciertos errores puntuales que le achacaban en su gestión.
Interinamente lo sucedió el actual jefe de la Policía de Mendoza, Roberto Munives, y luego se nombró a Daniel Burrieza, quien ocupa el cargo hasta hoy.
El expediente que le inició la Inspección a Pizarro no prosperó ya que no encontraron pruebas en su contra, pero si fueron sancionados dos personas de su confianza y que trabajan con él.
En caso de que en un futuro el ex funcionario resultara condenado penalmente por el intento de homicidio a su hijo, la IGS determinará su exoneración. Esto significa la pérdida del status policial y la imposibilidad de desempeñar cargos en el Estado provincial.
