En febrero de 2017 una mujer llamada Natali Calderaro (31) fue asesinada por su pareja en Luján. A cinco años de este femicidio, la familia Calderaro sumó otra tragedia: el sábado pasado, otro de sus hijos, Sergio (30), fue asesinado en el departamento de Ciudad. Las dos muertes se produjeron en el mismo mes; en ambos casos, inicialmente, los investigadores pensaron que se trataba de suicidios.
Por estas horas, la fiscalía de Homicidios trata de dar con el o los autores del homicidio de Sergio Calderaro, encontrado sin vida en un departamento de Gutenberg 21, muerte que en un primer momento se pensó que era un suicidio. Las cámaras de seguridad de la zona mostraron que cerca de las 4.45 de sábado pasado, el hombre junto a su novia, ingresaron al departamento que él alquilaba en Ciudad.
Luego, la novia se retiró e ingresaron minutos más tarde unos sujetos cuya identidad está bajo la lupa de los investigadores. Por ahora, no se descarta ninguna hipótesis aunque todo hace pensar en una riña aunque también faltaron algunas pertenencias de la víctima.
El sábado a las 22.40 un llamado al 911 informó que un Sergio no respondía a los llamados que su padre le estaba haciendo desde las 6 y tampoco a los vecinos que golpeaban la puerta.
Una vez en el lugar, la policía ingresó con la llave aportada por el progenitor de la víctima y en el interior del baño encontraron a Sergio Calderaro sin vida. El cuerpo presentaba una herida en el abdomen. Los peritos de científica encontraron luego manchas de sangre en la cama y sobre el piso de la habitación.
Un brutal femicidio
En mayo de 2018 la Octava Cámara del Crimen condenó a Federico “El Mono” Camargo Garde (46), a la pena de prisión perpetua tras encontrarlo culpable del asesinato de su mujer, Natali Calderaro , ocurrido el 15 de febrero de 2017 en Luján.
Tras el crimen el hombre dijo que su pareja había muerto “por consumir pastillas” pero lo cierto es que la golpeó brutalmente y luego la estranguló.
La muerte de Natali Calderaro se produjo en la tarde del 15 de febrero del 2017 en un departamento interno ubicado en la manzana B del barrio Buena Vista de Carrodilla, donde la mujer vivía con su pareja y una hija de 2 años.
Cerca de las 18.30, Camargo salió corriendo de la vivienda y se encontró por el camino con su madre, quien vive en la parte delantera del predio. Le dijo que Natali estaba mal porque había consumido una gran cantidad de pastillas.
Una vecina llamó al 911 para comunicar la novedad del aparente “suicidio”. Cuando llegó la policía y una ambulancia del SEC, los médicos comprobaron que a simple vista la mujer había recibido una dura golpiza.
Una posterior autopsia demostró que la joven había muerto por asfixia por estrangulamiento y además de haber sido golpeada. El mismo día del crimen Camargo fue detenido en una vivienda del barrio Tres Estrellas de Godoy Cruz, donde se ocultaba.