Juan Manuel Tarres (48) le confesó a una tía que había asesinado a su ex pareja, Jésica Olguín (33) en Las Heras, con quien, además, tenía 2 hijos. El femicidio tuvo lugar entre la noche del domingo y la madrugada del lunes, y el hombre -quien confesó ser el asesino- tenía antecedentes por violencia de género, además de un pedido de captura.
Tarres fue detenido ya en la madrugada del lunes, luego de que la tía del femicida se hiciera presente en la comisaría 36 para dar aviso a los efectivos que el hombre había llegado a su casa y contado que había asesinado a su ex. Cuando los efectivos policiales llegaron a la casa de esta tía del imputado, encontraron a Tarres dormido (había tomado un ansiolítico para poder conciliar el sueño).
Sin embargo, lo que vuelve a llamar la atención y enoja a los familiares de Jésica Olguín y a la comunidad mendocina es que el hombre ya había sido denunciado por violencia de género, según destacaron. Y que Tarres tenía pedido de captura.
Incluso, según destacaron algunos vecinos del barrio Los Chilenos (Las Heras, donde vivía la víctima y tuvo lugar el homicidio), en una de las paredes de la casa de Jésica había un cartel que había escrito el propio Tarres y que evidenciaba un peligro inminente para la joven de 33 años.
“A la gente que quieres de verdad, no la dejas de querer nunca”
Sobre una de las paredes de la casa ubicada en Molinero Tejeda al 3.112 del mencionado barrio Los Chilenos (Las Heras), un cartel manuscrito llama poderosamente la atención. Y es que, sobre la pared de chapa pintada de blanco, se lee a lo largo y ancho de todo el muro el siguiente mensaje:
“Yo creo que la gente que quieres de verdad no la dejas de querer nunca. Ese cariño no lo mata el tiempo ni los errores, ni nada... Perdón. Te amo”.
Según destacaron los vecinos del barrio a Los Andes, ese mensaje fue escrito por el propio Tarres hace algunos días. Y en el contenido del mensaje y en el pedido de perdón del final se evidencia que ya había un vínculo dañado y violento de parte del hombre.
Atada y asfixiada
Según confirmaron fuentes policiales a primera hora de este lunes, luego de que Tarres llegara a la casa de su tía (en Guaymallén) confesando el crimen -lo que derivó en que ella denunciara el hecho en la Comisaría 36-, los efectivos llegaron a casa de Jésica Olguín.
Allí encontraron a la mujer de 33 años, dentro de una de las habitaciones, boca abajo y con sus pies y manos atadas. Al revisarla, constataron que la joven tenía -además- indicios de ahorcamiento.
Ni bien encontraron a la víctima fatal, los policías se dirigieron al domicilio donde estaba el femicida y lo detuvieron. Toda la secuencia tuvo lugar durante la madrugada del lunes y Tarres estaba durmiendo cuando llegaron los uniformados. El hombre había ingerido Clonazepam para poder quedarse dormido.