La docente que ató a su perro al auto y lo arrastró varias cuadras en Tunuyán deberá entregar 1.000 kilos de alimentos a la agrupación S.O.S Patitas en la Calle. Se trata de un caso ejemplificador en materia de maltrato animal.
El caso se conoció en noviembre del año pasado luego de que se vitalizara un video donde se la veía a la mujer maltratando a su perro. La maestra solo se detuvo cuando las personas que estaban en la calle intervinieron para salvar a Felipe.
Este jueves, en una audiencia entre las partes, el juez Fernando Ugarte le concedió la suspensión del juicio a prueba por un año, contemplado en los artículos 26 y 30 del Código Penal, y ordenó que la acusada entregue 1.000 kilos de alimento para perros a la ONG de Valle de Uco. Esto es lo que comúnmente se conoce como “probation”.
De esta manera, el caso de Felipe marca un precedente en la provincia ya que se trata de una de las medidas más importantes en la esfera del maltrato animal que se han dado.
“Nosotros habíamos quedado en dos bolsas de alimentos de 25 kilos por mes pero al juez le pareció poco y la aumentó”, explicó a Los Andes la proteccionista Jael Palma.
“Realmente estábamos muy contentos porque es muy difícil conseguir una condena justa por maltrato animal”, agregó Palma. La mujer deberá entregar el alimento en dos partes y de no cumplir con los acordado el “arreglo” quedará sin efecto y deberá enfrentar un juicio oral.
Este tipo de sanciones deben servir de ejemplo para que las personas entiendan que el maltrato animal es un delito y que en este país tiene un castigo.
Felipe y un nuevo comienzo
Tras el brutal hecho ocurrido el 20 de noviembre del 2020, Felipe recibió asistencia en una veterinaria y posteriormente fue recibido en un hogar de tránsito. Sin embargo, sus guardadores le tomaron cariño y se convirtieron en una familia definitiva.
“Esta muy bien”, dijo Palma y contó que el can se recuperó favorablemente aunque “por ahí renguea de una patita”. La proteccionista además resaltó la importancia de las adopciones responsables y el seguimiento de las mismas.
“Mis adopciones son con contrato. Cuando las personas vienen a buscar un perro yo les doy un contrato donde dice que en caso de que yo vea algo extraño en una visita puedo denunciarlos”, explicó.
Al ser consultada sobre la enorme cantidad de alimento, Palma dijo que donará una parte de lo recibido a una mujer que tiene muchos perros y que a veces se le dificulta darles de comer.