El calor era agobiante. El mercurio marcaba más de 30 grados en el termómetro pese a que el sol ya se había escondido y faltaban 15 minutos para las 22. Mientras la mayoría de los vecinos del barrio La Gloria, en Godoy Cruz, intentaban escapar del calor, dos familias se enfrentaban a tiros, como en el Lejano Oeste. Al menos 20 vainas servidas encontraron luego los sabuesos desparramadas por el suelo, pruebas del feroz tiroteo que dejó a tres jóvenes heridos.
Los policías mendocinos tienen probado que el calor fomenta el consumo de alcohol, lo que eleva el índice de hechos violentos y, a veces, alimenta viejas rencillas. Es probable que ese haya sido el germen de un enfrentamiento que, de acuerdo a lo que tienen acreditado los pesquisas, se dio entre las manzanas “K” y “L” de ese vecindario entre dos familias antagónicas.
A las 21.45 del último sábado los llamados comenzaron a ingresar al Centro Estratégico de Operaciones. Los vecinos daban cuenta del enfrentamiento armado que había dejado herida a una mujer. Los primeros policías que llegaron al lugar, minutos después, constataron que una adolescente de 19 años había quedado en el fuego cruzado y había recibido un disparo en la nuca, aunque permanecía consciente. Poco después fue trasladada por una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado al hospital Central, donde fue asistida.
Cuando las luces azules intermitentes de los patrulleros se mezclaban con las verdes de las balizas de las ambulancias en la popular barriada, los efectivos fueron informados de que el enfrentamiento entre familias antagónicas había dejado dos heridos más: otra muchacha de 19 años y un joven de 18, que fueron trasladados por los vecinos al hospital de calle Alem.
Y hasta allí llegaron luego detectives de la Unidad Investigativa de Godoy Cruz, quienes entrevistaron a las víctimas. Los interrogatorios dispararon tres nombres, que ya son objeto de averiguaciones: un joven apodado “Bebito”, otro apodado “Lillo” y uno del que se brindó su apellido, según confiaron fuentes de la investigación.
En el mismo nosocomio se amplió el diagnóstico de los tres heridos. La joven que vive en el barrio Soberanía argentina, ubicado en el lado maipucino de la Triple Frontera, presentaba una herida de arma de fuego en la nuca que, de acuerdo al criterio de los médicos, no era de gravedad.
La otra adolescente, vecina del barrio La Gloria, sufrió traumatismo encéfalo craneano con cortes en los pómulos.
Por último a un muchacho de 18 años de edad le diagnosticaron una herida de arma de fuego en el costado derecho del cuello. Afortunadamente, un proyectil rozó la zona y no causó una herida de gravedad. La víctima reside en el vecindario que fue escenario de la balacera.
Hasta allí debió desplazarse un pelotón de Infantería para contener posibles desmanes y proteger el trabajo de los peritos de Policía Científica, quienes levantaron 20 vainas servidas, de acuerdo a lo detallado por las fuentes.
Dos clanes repletos de antecedentes penales
El enfrentamiento que sacudió a la, de por sí, “caliente” barriada de la Triple Frontera fue protagonizado por dos clanes. Los integrantes son viejos conocidos de la Policía y la Justicia.
Los padres y hermanos de la joven oriunda del barrio La Gloria, quien sufrió un fuerte golpe en la cabeza durante el enfrentamiento, tienen amplios prontuarios, a los que accedió Los Andes. Al jefe de familia, de 44 años de edad, se le cuentan causas desde diciembre de 1994 hasta junio de 2010. Entre los delitos por los que fue procesado se cuentan robos agravados, robos, amenazas, resistencia a la autoridad tenencia de arma de fuego, encubrimiento y hasta un homicidio en enero del año 2000.
La madre de la joven herida suma en su haber delictivo dos expedientes por tenencia ilegal de arma y otro por resistencia a la autoridad. La mujer tiene 49 años. Además, dos de los cinco hermanos de la muchacha lesionada tienen antecedentes. Uno de 23 años fue investigado por un asesinato agravado por el uso de arma de fuego en agosto de 2019.
Otro de los hermanos, de 21 años, figura en un expediente por homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas. Este sujeto estuvo detenido por el crimen de Áxel Barrionuevo (20), ocurrido en el barrio La Gloria el 18 de abril de 2020, pero fue liberado en junio de ese año por presentar una coartada convincente que lo alejó del ojo de los pesquisas por falta de pruebas.
El móvil de ese homicidio se remonta a otro asesinato ocurrido en la misma barriada en 2018. La víctima en esa causa fue Lucas Morales (19) y a juicio llegaron “Axelito” Barrionuevo -luego ultimado a tiros- y uno de los miembros del otro clan que los sabuesos tienen en la mira.
Esa otra familia también es tristemente célebre en el barrio La Gloria y sería el otro grupo que se enfrentó a tiros. El padre acumula expedientes a su nombre desde 1998 hasta 2010, entre los que se cuentan lesiones, resistencia a la autoridad, amenazas, encubrimiento, infracción a la ley de estupefacientes e incendio.
Tres de sus ocho hijos también están prontuariados. A uno de 35 años se le dictó una prohibición de salir del país en abril de 2016; su hermano de 34 años tiene antecedentes hasta 2020 por robos agravados en poblado y en banda, amenazas agravadas, tenencia ilegal de arma, extorsión, portación de arma de guerra y cuatro homicidios, uno de ellos agravado por alevosía.
Sobre el hijo de 32 años recaen causas por amenazas agravadas, lesiones, daño, robo agravado y dos homicidios agravados por el uso de arma de fuego. Su hermano cuatro años menor acumula ocho expedientes a su nombre por robos agravados, violación de domicilio y resistencia a la autoridad.
