Tras la muerte de Cristian Fernández Ivars (45), el doble crimen de Uspallata tendrá un giro judicial:una fuerte imputación recaerá sobre Fernando Figueroa (43), quien ya estaba acusado por el homicidio de Adela Rodríguez (46), la mujer asesinada en Uspallata el viernes pasado.
Según trascendió, Figueroa sería imputado en las próximas horas por el doble homicidio de sus amigos - la pareja formada por Fernández y Rodríguez- con el agravante de “alevosía”, lo que podría determinar a futuro, de ser encontrado culpable, a una pena de prisión perpetua.
Inicialmente la Fiscalía de Homicidios había imputado a Figueroa por el homicidio simple por la muerte de la mujer pero ahora, tras la muerte de Fernández y la profundización de la investigación, la fiscal Andrea Lazo agravará la figura penal.
Un alto consumo de alcohol y una discusión posterior habrían sido los disparadores de la muerte de pareja: Adela Raquel Rodríguez Garvizu murió el viernes en la ruta 7, cerca de Uspallata, tras ser atropellada y golpeada con un hacha.
Su marido, Cristian Fernández Ivars, resultó herido en la misma situación y finalmente murió ayer en el Hospital Central a causa de las heridas recibidas.
Los investigadores sospechan que los tres –junto a la esposa de acusado, que nada tuvo que ver con el crimen- habían compartido una asado y que luego se produjo una discusión. Los dueños de auto dejaron atropellaron a las víctimas y luego los golpearon con un hacha en la cabeza.
El hecho disparó una investigación que llevó a detener, horas más tarde, cerca de Las Bóvedas, en Uspallata. Allí fueron detenidos Ariel Figueroa Alfaro, con domicilio en Las Heras, y Jésica Jimena Maffei Molina, de 40 años, ambos en aparente estado de ebriedad.
Cronología del crimen
Cerca de las 6.45, un camionero de Brasil que conducía por la ruta a la altura del kilómetro 1125, cerca del Túnel 3, vio a dos personas tiradas sobre la ruta. Cuando llegó al lugar personal de Gendarmería comprobó que era un hombre y una mujer. Ella estaba muerto; él herido.
Minutos después llegó la policía, y al entrevistar a Cristian Fernando Ivars Báez, este dio una versión muy confusa. Contó que había estado con su pareja, Adela Raquel Rodríguez, en una fiesta, que después se habían subido a un auto. Lo que pasó después, dijo no recordar nada.
Con el correr de los minutos contó que en esa fiesta le había robado el celular y no pudo agregar mucho más por el confuso estado en que estaba (golpeado y ebrio).
Según información policial, el hombre presentaba varios golpes en la cabeza. En cuanto a la mujer, presentaba lesiones en la cabeza.
El caso quedó en manos de la fiscal de Homicidios Andrea Lazo, quien activó el protocolo de femicidio y ordenó el trabajo de policía científica en el lugar.
La zona fue rastrillada y se encontró, sobre la ladera de un cerro, detrás de un arbusto un trozo de tela con materia fecal y, en la banquina manchas hemática que serán analizadas.
El caso se fue aclarando cerca de las 9.55, cuando unos policías encontraron en la ruta provincial 52, frente al barrio Las Bóvedas de Uspallata, un Renault Scenic, de color azul con el parabrisas roto y con signos de haber participado de un accidente vial.
Allí, el hombre habría confesado que estaban en la zona de alta montaña compartiendo un asado con Fernando Ivars y Adela Rodríguez.
Al volver hacia Ciudad, se habría producido una discusión dentro del vehículo porque el conductor estuvo a punto de perder el control dos veces, ya que estaba alcoholizado. Entonces Ivars y Rodríguez se bajaron del auto.
Cuando Figueroa retomó la marcha habrían atropellado a la pareja, quedando ambos sobre la ruta. Pero el automovilista volvió al lugar y con un hacha golpeó a ambos con la intención de asegurarse de que estaban muertos.