Una pareja que regresaba de un casamiento en Quequén discutieron, volcaron y la mujer murió por el impacto, mientras que el conductor logró sobrevivir y, ante sus declaraciones, la Justicia lo investiga.
El domingo por la madrugada Magalí Vera y Javier Cerfoglio volvían del casamiento de unos amigos en medio de la tormenta que azotó la zona y tuvieron una fuerte discusión dentro del auto.
Según relató el conductor, en un momento perdió el control del vehículo, un Honda Fit, volcó y quedó sobre el río Quequén, tras lo cual él logró salir por sus propios medios, pero Vera falleció en el lugar por el fuerte impacto.
Bomberos de la ciudad neuquina realizaron un fuerte operativo y tras varias horas lograron sacar el rodado en cuestión donde hallaron sin vida a la mujer de 34 años. Lo curioso es que, de acuerdo a lo informado por expertos, la ruta no está al lado del río, sino que hay un camino donde se puede evitar que ocurra un accidente mayor ante un derrape.
La Unidad Fiscal de Instrucción N°10 quedó a cargo del caso y solicitaron la realización de pericias accidentológicas para evaluar cómo sucedió el vuelco y evaluaciones toxicológicas a Cerfoglio.
Esta resolución se debe a que los investigadores tienen en la mira al conductor y a que este accidente está relacionado a un femicidio.
Las cámaras y la autopsia provocaron un giro impensado en el caso que conmociona a Necochea
Las cámaras de seguridad de la Terminal de Necochea comenzaron a mostrar una versión diferente de los hechos: el vehículo circulaba a gran velocidad por la avenida Jesuita Cardiel y se desvió hacia la ribera poco antes de llegar al Club Necopesca, según lo informado por Diario Necochea. Además de este material clave, un testigo llamó al 911 para alertar sobre haber visto al hombre golpeando a la víctima dentro del auto antes de que este se dirigiera al río.
Con esas dudas, la autopsia resultó esclarecedora: aunque la causa de la muerte de Magalí Vera fue por ahogamiento, el informe forense indicó que su cuerpo presentaba lesiones compatibles con violencia de género. Como consecuencia, su pareja, Javier Cerfoglio, fue imputado por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por violencia de género, y se negó a declarar ante el fiscal Walter Pierrestegui.
Ahora, con las pruebas en sus manos, los investigadores consideran que, después de agredirla, Cerfoglio habría intentado quitarse la vida al arrojar el auto al río a alta velocidad. A la policía le llamó la atención que al llegar al lugar del supuesto accidente el hombre estaba sentado en el barranco y no rescatando a su pareja, desaparecida en el agua. Además, se encontraba bajo los efectos del alcohol.
Magalí, oriunda de Santo Tomé, Santa Fe, trabajaba en la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) de Necochea y era reconocida por su trabajo en pastelería: había entregado su último pedido en la boda de la que volvía cuando perdió la vida.