La de hoy será una jornada clave en el juicio que se sigue contra Daniel “El Rengo” Aguilera, el ex líder de la hinchada de Godoy Cruz, que lo tiene en el banquillo de los acusados como jefe de una banda dedicada al narcotráfico. Declarará uno de los investigadores principales de Gendarmería Nacional que participó, entre otras cosas, de las intervenciones telefónicas. Los jueces podrán escuchar las grabaciones, que son una prueba clave de la causa.
Los secuestros realizados por Gendarmería en la causa contra Aguilera comprometieron su situación este lunes porque, en los Tribunales Federales, declaró Leonardo Celedón, quien al momento en que se detuvo al imputado, era uno de los jefes del Servicio Penitenciario que estaba a cargo del penal de Boulogne Sur Mer.
El uniformado especificó cuáles eran las tareas que realizaban los penitenciarios imputados. Uno de ellos, Rodrigo Lizardo, era maestro de oficios y el otro, Rodrigo Barrios, se desempeñaba en la parte administrativa. Celedón sostuvo que Lizardo tenía contacto directo con los internos. El dato es importante, si se tiene en cuenta que en las escuchas telefónicas queda establecido que los dos guardias se comunicaban por teléfono con Aguilera.
El testigo también explicó que hay dos formas de ingresar objetos no permitidos dentro de un penal: a través de las visitas que logran sortear las requisas y por medio de algún penitenciario corrupto. En la acusación se dice que Lizardo y Barrios ayudaban a la banda introduciendo en el penal teléfonos, dinero y droga.
Celedón también se refirió a los objetos secuestrados en la celda de Aguilera: tres “facas”, dos celulares, 8 chip y una cierta cantidad de medicamentos no permitidos de cuatro drogas distintas, una de ellas clonazepam.
El secuestro de los teléfonos y los chip y, por otro lado, el decomiso de algo más de un kilo de cocaína en una casa del barrio Ruiseñor de Godoy Cruz -que pertenece al ex barra tombino- son dos pruebas de gran importancia que quedaron a consideración de los jueces María Paula Marisi, Héctor Cortez y Roberto Naciff.
La fiscal de Cámara, María Gloria André, interrogó a los penitenciarios que allanaron la casa del barrio Ruiseñor, quienes indicaron que la droga fue encontrada en una de las medianeras de la vivienda. Además, señalaron que encontraron documentación personal de Aguilera dentro del inmueble.
La casa era usada como lugar para acopiar la droga, que luego era vendida por Marcelo Ruiz y Cristian Oliva, los dos sujetos que también están siendo juzgados.
De ser encontrado culpable, Aguilera podría recibir una condena que va de los 12 a los 24 años de cárcel por el delito de organizador de comercio de estupefacientes agravado por ser cometido por más de dos personas.
En tanto que sus dos colaboradores, Ruiz y Oliva, están imputados por comercio de droga y podrían recibir hasta 20 años de prisión.
Además, los penitenciarios Rodrigo Barrios y Rodrigo Lizardo, imputados por incumplimiento de los deberes de funcionario público, podrían ser condenados hasta a 2 años de cárcel. Su rol habría sido facilitar el ingreso al penal de drogas, dinero y teléfonos.
