Una denuncia realizada por el influencer Fernando Pieroni, de la Fundación Planeta Vivo Argentina, permitió desmantelar una banda que faenaba animales robados a cielo abierto en Berazategui. La policía llegó al lugar luego de recibir la alerta y se encontró con una escena macabra: animales carneados, vísceras esparcidas y un fuerte olor a descomposición.
La investigación fue encabezada por el fiscal Christian Granados, quien ordenó un allanamiento de urgencia en la propiedad. Sin embargo, a medida que se aportan más detalles de la descripción del lugar, la situación se convierte en una película de terror. “Cabezas de caballo y hasta un perro muerto sobre una bolsa de residuos”, asumieron.
Al ingresar, los agentes descubrieron a ocho personas en pleno acto de faena de un caballo robado, utilizando hachas, machetes y motosierras, informó Infobae. Según informaron las autoridades, el equino había sido extraído de un campo del partido de San Vicente.
Además de sujetos llenos de sangre, se encontraron restos de animales en grandes tachos y otros todavía vivos (un toro, tres carneros y aves), pero en condiciones deplorables. La policía también incautó autopartes, lo que indica que la organización se dedicaba a varias actividades ilícitas, entre ellas el robo de ganado.
El fiscal Granados imputó a los detenidos por asociación ilícita, encubrimiento agravado y maltrato animal. Según las primeras investigaciones, se sospecha que los cortes de carne eran comercializados, aunque aún no se ha determinado el destino final de los productos.
Además, se investiga si los implicados tienen antecedentes por abigeato, ya que algunos de ellos estarían relacionados con robos de animales en la zona. Una fuente involucrada en el caso describió la secuencia como “un frigorífico casero y clandestino a cielo abierto”.
El influencer Pieroni, de dicha fundación, fue alertado por medio de un mensaje que indicaba lo que sucedía en la propiedad ubicada en la calle 160, entre 30 y 29. Inmediatamente, Fernando dio aviso a la Justicia.
“En los años que vengo luchando por los derechos de los animales, nunca viví algo así, lo cual reafirmó mi creencia de que para algunos seres humanos no existen límites en su capacidad de hacer el mal”, escribió Pieroni en su último posteo en Instagram luego de asistir al lugar.
“Lo que se vio en este domicilio sucede con millones de animales en todo el mundo dentro de los mataderos, la única diferencia es que no se ve, solo eso…”, concluyó.