Más de un mes ha pasado desde la última vez que vieron con vida a Tránsito Donoso Sosa, el hombre de 80 años desaparecido en La Paz y cuyo caso la Justicia ya trabaja como un homicidio que cuenta con tres imputados. Más allá de esta hipótesis, las búsquedas siguen y su familia no pierde las expectativas de un final feliz. En lo que respecta a la causa penal, se espera el resultado de pruebas claves para la continuidad de la investigación.
“La luz de la esperanza no se ha terminado por ahora y se apagará el día que sepamos dónde está el cuerpo. Somos conscientes de que son muchos días de estar extraviado y que se van agotando las instancias y el tiempo para encontrarlo con vida”, manifestó Aníbal, sobrino del anciano, en declaraciones a radio Regional, de San Martín.
Es que a pesar de que las posibilidades de hallarlo con vida son pocas, familiares, baqueanos y la propia fiscalía no han cesado en los rastrillajes por diferentes campos del departamento.
Incluso los pesquisas reconocen que hay, al menos, un par de líneas investigativas más para profundizar, en paralelo a la principal sospecha.
“Él no era de extraviarse; al principio se dijo que sufría epilepsia pero es mentira. Mi tío estaba totalmente sano y han comprobado los peritos que llegó a caballo hasta allá”, agregó Aníbal en referencia al puesto Las Cruces, donde apareció el caballo de Tránsito atado a una tranquera y a pocos metros una campera de él.
Esta propiedad de más de 5.000 hectáreas es de Luis Fernando Sánchez, uno de los acusados junto a su hijo, de igual identidad. Los dos son representados por el abogado Pablo Cazabán. El tercer involucrado es Juan Sebastián Barceló, amigo de ambos y también con defensor particular.
Precisamente el mencionado terreno sería el motivo de disputa entre Donoso Sosa y los imputados que habría terminado en un crimen, según la hipótesis de la fiscalía.
El hombre mayor se crió allí con una familia adoptiva y ahora habría ido a reclamar que las tierras le pertenecían, más allá de que los Sánchez tienen la documentación de haber comprado el predio en 1972.
“Para hacer 35 kilómetros a caballo tiene que haber estado firme; física y mentalmente estaba sano”, remarcó el sobrino del anciano, tratando de descartar que su tío haya sufrido alguna descompensación en el camino desde la villa cabecera, donde vivía, hasta el campo.
Peritajes fundamentales
Los tres sospechosos fueron detenidos el 9 de enero pasado, aunque desde hace algunos días gozan del beneficio de la prisión domiciliaria.
Están imputados por homicidio simple y quedaron en la mira porque el último 26 de diciembre estuvieron en Las Cruces, dónde estaba el equino y la prenda de vestir de don Tránsito.
Los imputados en un principio declararon como testigos y explicaron que, al encontrar el animal solo, le sacaron fotos y se las mandaron a un veterinario de la zona para ver si podía contactar a su dueño. A partir de ahí llega la primera pista de la desaparición de Tránsito, a quien vieron por última vez el 22 de diciembre cabalgando.
Tras las detenciones, la fiscal Mariana Cahiza -ahora subrogada por su par Héctor Rosas- ordenó allanamientos en los domicilios de los Sánchez y de Barceló, en Guaymallén. Un perro adiestrado trabajó en las medidas y marcó algunos elementos: una pala, una lona y un nylon.
Además, los peritos detectaron manchas dudosas en tres vehículos. A excepción de la pala, de la que no se pudieron extraer rastros, de todo lo otro se sacó material para ser cotejado con el ADN del desaparecido.
En caso de ser coincidente con el material genético del anciano, la situación de los detenidos quedará muy complicada. Pero, en cambio, si el análisis es negativo se verán notoriamente beneficiados. Estos resultados se conocerían mañana.
Mientras tanto no se descartan otras alternativas y, por ejemplo, la causa ya incorporó un expediente del año 2017 en el que Tránsito había denunciado a un hombre de La Paz por amenazas en un contexto de problemas por tierras.
