Que desaparezca una hija es lo peor que le puede pasar a una madre, y más si pasan 13 años para que puedas saber qué pasó. Brittanee Drexel era una joven de 17 años que una noche desapareció de Myrtle Beach, en el estado de Carolina del Sur, en Estados Unidos y nunca se supo qué pasó. 13 años después encontraron al culpable y sus restos.
Brittanee Drexel nació en 1991 en Nueva York, hija de Dawn y un hombre turco, del que luego su madre se separaría para juntarse con Chad Drexel, quien la adoptó de bebé. Al poco tiempo la pareja tuvo a otra bebé a la que llamaron Myrissa y la familia se mudó a un barrio llamado Chili.
En abril de 2009 llegó a su último año del secundario y las vacaciones de primavera, donde se celebra el famoso Spring Break norteamericano. Brittanee quiso irse con sus compañeros a pasar una semana a Myrtle Beach, en Carolina del Sur. Sin embargo, la madre no estuvo de acuerdo, ya que presentía que algo podría pasarle y le dijo que no.
Luego de muchas discusiones la adolescente no logró convencer a su madre. Entonces decidió mentirle para salir con su cometido. Le pidió permiso para pasar unos días en la casa de una amiga, a lo que Dawn no pudo negarse y la dejó ir.
El 22 de abril de 2009 la joven con permiso para ir a lo de su amiga, se terminó yendo a Myrtle Beach.
Sostener la mentira
En esos primeros días la joven llamó a su madre, para contarle que había pasado el día en la playa con su amiga. Dawn no sospechó nada de que en realidad su hija se encontraba a mil trescientos kilómetros de distancia.
La verdad es que ella estaba alojada con sus amigos en el Hotel Bar Harbor, situado en la primera línea de la playa. Una zona concurrida y llena de hoteles. De un lado estaba el mar y del otro la avenida Ocean Boulevard.
El día de su desaparición
El 25 de abril del 2009, cerca de las 20 horas, Brittanee dejó su hotel y fue a visitar a otro conocido en el Blue Water Resort, situado sobre la misma avenida pero a 2.4 km al sur. En la cámara de seguridad quedó registrado cuando entró y cuando salió a las 20:45. Allí se la ve vestida con una musculosa estampada en tonos de blanco y negro, sandalias y un short oscuro. Lleva un bolso beige colgando de su hombro.
Esa fue la última vez que la vieron con vida. Nunca más nadie volvió a verla.
Luego se supo que estuvo un rato más mandándose mensajes con su novio John, quien no había viajado. El último mensaje de texto que le mandó ella fue a las 21:15. Y ya no respondió más.
El joven se preocupó, llamó a sus otros amigos y nadie sabía nada. A su hotel nunca llegó. Por lo que llegada la media noche, decidió hablarle a Dawn Drexel.
Dawn al recibir la llamada entró en desesperación. Todos sus temores se volvieron realidad. Ella contactó a Chad, su ex marido para ese entonces, realizó la denuncia con la policía de Rochester para que estos pasaran el caso a la entidad de Carolina del Sur. Mientras tanto, todos la llamaban a su celular que no acusaba recibo.
Su madre viajó a Myrtle Beach en donde la policía comenzó a buscar a la adolescente esa misma mañana del domingo 26 de abril. Tenían esperanzas, pero pronto se irían desvaneciendo.
No quedaron rastros de Brittanee
En su cuarto de hotel había quedado su valija abierta con su ropa. Todo tal cual ella lo dejó cuando salió. Faltaba lo que llevaba puesto y su celular que ya no tenía señal.
El último que la vio, según las cámaras de seguridad del Hotel Blue Water, era Peter Brozowitz, un chico de 20 años que era promotor de clubes nocturnos y fiestas. La policía entrevistó a él y a sus compañeros de cuarto, pero nadie sabía nada.
Los investigadores rastrearon el lugar durante 11 días pero no hubo ni un solo resultado. Y pasaron muchos años para que encontraran algo.
Confusiones y pistas falsas
En junio de 2016, 7 años después, el FBI anunció en conferencia de prensa que lo de Brittanee había sido un secuestro seguido de homicidio. Estaban convencidos de que ella había sido asesinada luego de su desaparición.
Esa seguridad de los investigadores, tenía que ver, según el diario The Post and Courier, con declaraciones de presos y acusaciones entre ellos.
El convicto Taquan Brown, les había dicho a la policía que algo había ocurrido en el 2009 cuando Brittanee desapareció. Él dijo que había ido a una casa en McClellanville porque tenía que darle dinero a Shaun Taylor, otro preso. Taquan aseguró que había visto al hijo de Shaun, Timothy, abusar sexualmente de Brittanee Drexel junto a otros hombres y que ella había intentado escaparse corriendo y luego sintió dos disparos. También dijo que más tarde vio sacar un cuerpo envuelto.
Otro informante secreto, también convicto, dijo que Timothy raptó a Brittanee para venderla a unos amigos con fines de tráfico sexual, pero como el caso había llegado a los medios decidió matarla.
Por otro lado, Timothy desde su celda, por otro caso, le negó todo a la policía. Nada se pudo probar.
El FBI ofreció una recompensa de 25 mil dólares para quien pudiera aportar alguna información.
La verdad
Entre tantos rumores, los detectives llegaron a un sujeto, que la noche en la que Brittanee desapareció, había sido detenido por conducir con exceso de velocidad. Él era Raymond Douglas Moody.
Cuando buscaron sus antecedentes se sorprendieron con la cantidad de motivos que habían para desconfiar de él. En abril de 2009, Moody tenía 49 años, pero ya había pasado 21 años preso por haber secuestrado y sodomizado a una menor de 9 años, en 1983, en California. Había salido en libertad en 2004. En 2008 había sido multado por exposición indecente y, en febrero de 2009, la oficina del Sheriff volvió a cobrarle 250 dólares por no haberse reportado en el registro de abusadores sexuales.
El 4 de mayo de 2022, 13 años después de la desaparición de Brittanee Drexel, Moody fue arrestado acusado de ser el secuestrador y homicida de ella. Al principio le impusieron una fianza de 100 mil dólares pero quedó detenido sin posibilidad de libertad bajo palabra. Sin embargo, no se supo qué era lo que habían encontrado.
El 11 de mayo los investigadores hallaron el cuerpo de Brittanee en el condado de Georgetown, a 56 km de donde desapareció. No se supo si los datos los dio un colaborador anónimo o el mismo acusado. La policía no dio detalles, sin embargo, los restos de ADN fueron cotejados y dieron positivo con el ADN de Brittanee.
La policía sostiene que Moody interceptó a Brittanee al salir del hotel de su amigo y que de alguna manera consiguió que ella subiera a su auto. Luego condujo unos 50 kilómetros hacia el sur. Sobre una rampa de botes sobre el río Santee, la violó y la estranguló hasta que dejó de respirar. Al día siguiente, llevó su cadáver hasta un bosque donde lo enterró.
Dawn Drexler, cuando Moody fue detenido este año, dijo: “Hoy es el inicio de un nuevo capítulo. Ahora la búsqueda de Brittanee es una búsqueda de justicia. Viví la peor pesadilla que puede vivir una madre. Y sigo de duelo por mi adorada hija Brittanee. Nunca pensé que llegaríamos hasta acá, ahora estamos aquí y pude recobrar a Brittanee y dejarla descansar. Ella tenía toda una vida por delante, pero un monstruo se la quitó. Me alegro de que esté tras las rejas de manera que no pueda dañar al hijo de nadie más”.