Desalojaron a la monja que había usurpado parte del territorio de la comunidad indígena plurinacional de Punta Querandí y agredido a sus integrantes calificándolos de “indios truchos”.
Lo hizo la propia empresa constructora EIDICO que hasta 2019 disputó judicialmente estos terrenos y ahora ordenó a sus empleados desarmar la cabaña de la empresa que utilizaba la religiosa.
Así lo informó a través de un comunicado la comunidad que en julio pasado había denunciado el hostigamiento de la mujer, que calificó como un “ritual pagano” una ceremonia indígena celebrado en este predio de dos hectáreas de la localidad bonaerense de Dique Luján, partido de Tigre.
Según informó Télam, desde la Iglesia Católica rápidamente se solidarizaron con Punta Querandí a través del sacerdote Máximo Jurcinovic, vocero del obispo Oscar Vicente Ojea y del Obispado de San Isidro.
“La religiosa de la cual se hace mención, no tiene ningún encargo pastoral en la Diócesis”, aclaró.
Una monja agresiva
Desde la Municipalidad de Tigre, por su parte, prometieron “ordenar la situación”, que se prolongaba desde 2017, cuando la religiosa llegó al lugar.
Es que pese al Convenio de Propiedad Comunitaria firmado entre Punta Querandí y el Intendente Julio Zamora en 2020, la monja continuó asentada en una cabaña desmontable ubicada en una esquina de la parcela, desde donde siguió haciendo denuncias policiales y atacando verbalmente a los integrantes de la comunidad con identidades kolla, qom y guaraní, acusándolos de usurpadores e “indios truchos”.
“Con bastante demora, la empresa reconoció el Convenio de Propiedad Comunitaria y sacó del territorio a su personal hostil, cuyo único objetivo era acosarnos”, expresaron desde Punta Querandí.
Además, advirtieron que existe otra cabaña utilizada por el grupo religioso que aún no fue retirada del predio.