Un escándalo sacude a la comunidad educativa del partido bonaerense de San Martín tras conocerse que un alumno del Colegio Agustiniano utilizó inteligencia artificial para manipular fotos de sus compañeras y venderlas de manera privada.
Según la denuncia, el joven al inicio subía las imágenes de sus compañeras a la plataforma Discord de forma gratuita. Luego creó un grupo denominado “Colegialas”, donde compartía y comercializaba las imágenes editadas de sus compañeras desnudas. Se estima que habría obtenido ganancias de hasta $25.000 por cada fotografía y que el grupo contaba con cerca de ocho mil suscriptores.
La investigación, a cargo de la fiscal Alejandra Novoa, llevó a cabo un allanamiento en el domicilio del adolescente, donde se secuestraron dispositivos electrónicos que serán peritados para determinar la mecánica del delito. Además, citó a la directora y a una auxiliar del colegio para que este viernes declaren.
Sumado a estas diligencias, Novoa pidió que se haga una auditoría de su billetera virtual para constatar las transacciones que logró al vender las fotos.
Al menos 22 estudiantes, de entre 13 y 17 años, habrían sido víctimas de esta acción. Si bien solo seis han presentado una denuncia formal, se presume que el número podría ser mayor.
La comunidad educativa y los padres de las víctimas se congregaron en la puerta de la institución para exigir respuestas a las autoridades del colegio, ya que parte de las acciones habrían sido realizadas dentro de las instalaciones escolares.
Muchos padres le expresaron a los medios cómo la situación afectó a sus hijas. Por la comercialización de las fotos editadas con inteligencia artificial, muchas de las víctimas no quieren ir a clases y se sienten agredidas y avergonzadas. “Estoy preocupada porque mi hija no quiere venir al colegio. Tiene vergüenza y tiene terror de cruzarse con el chico”, indicó una de las madres a TN.
Los padres hablaron también de cómo la situación afectó a sus hijas. Por la comercialización de las fotos retocadas por IA muchas de las afectadas ya no quieren ir a clases y se sentían agredidas y avergonzadas.
Otra de las cuestiones que resaltan es que el acusado continúa asistiendo a clases, pero con un preceptor, ya que intentaron agredirlo en reiteradas oportunidades.