La muerte de Pamela Fonseca, la mujer de 38 años que falleció atropellada el último domingo en San Rafael por su pareja Jonathan Castro González (37) ha generado malestar luego de que la fiscalía del Sur no lo culpara por femicidio. A pesar de haber sido imputado por homicidio culposo, el hombre no recuperó la libertad y fue trasladado ayer al penal. La familia y grupos feministas piden que se cambie la carátula de la causa.
Pamela era de Malargüe. En aquel departamento sureño formó familia y tuvo tres hijos, pero desde hace un tiempo vivía en San Rafael con Castro, de quien se mostraba muy enamorada en las redes sociales. Habían apostado a vivir juntos en un departamento de la calle Suipacha al 630, donde se podía ver un camión Hyundai de color blanco, con una grúa en la parte trasera, estacionado afuera.
Pero el domingo, en horas de la tarde, una situación que aún sigue siendo misteriosa terminó en una discusión seguida de tragedia. El camión arrancó y a los 50 metros Pamela cayó de él, sufriendo las consecuencias de ser arrollada por las ruedas traseras. En cuestión de segundos los vecinos coparon la calle e hicieron una ronda a su alrededor mientras llamaban al 911. Pasadas las 17.50 llegó un móvil de la Policía y trató de despejar a la gente que había quedado atónita ante la situación.
Pamela estaba muy delicada por las heridas, pero aún viva. Cuando llegó una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) la doctora constató que ya había fallecido. En paralelo, Castro escapaba en el vehículo.
Fuga y detención
Mientras se esperaba que llegaran los efectivos de la Policía Científica y el Cuerpo Médico Forense para analizar la escena y reunir pruebas necesarias que luego fueran cotejadas y utilizadas para la investigación, los vecinos insistían en contarle a los uniformados que la pareja mantenía discusiones a los gritos de manera reiterada y que instantes antes los habían visto salir juntos en el camión.
Para esas horas, la causa ya estaba en manos del fiscal de Violencia de Género Mauricio Romano. De la fuga de Castro se encargaron sabuesos de Investigaciones, quienes dieron con el rodado en una casa del barrio Isla del Río Diamante y rápidamente fue secuestrado para poder peritarlo. Más tarde atraparon al fugitivo escapando en una camioneta Toyota junto a dos hombres y en estado de ebriedad.
Imputación y enojo
El martes, el fiscal Romano decidió imputar a Castro por homicidio culposo agravado por manejo imprudente por tener alcohol en sangre más allá de los límites permitidos por ley y por darse a la fuga. Pero no por femicidio, lo que despertó el enojo de la familia y de sectores feministas, que pidieron un cambio de carátula urgente ante el miedo de que Castro quede en libertad y se vaya de la ciudad.
No obstante, el jueves el imputado fue trasladado a la cárcel, según informaron fuentes judiciales.
Mientras tanto, los restos de Fonseca fueron llevados a Malargüe para ser despedida en el cementerio local por sus padres, sus dos hermanos y sus hijos.
Por qué piden cambio de carátula
Para el representante del Ministerio Público Fiscal, la imputación por homicidio culposo -considerando el hecho un accidente- se desprende de los registros fílmicos de las cámaras de vigilancia que certificarían que la mujer se cayó del camión y que el conductor no tuvo intenciones de asesinarla.
“Para nosotros se considera un femicidio porque fue una muerte violenta, en la que está involucrada su pareja y el protocolo de femicidio dice que toda muerte violenta de una mujer se debe investigar como femicidio hasta que se demuestre lo contrario”, aseguró a Los Andes Luisina Blanco, integrante de la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá).
Luego explicó que el cambio de carátula se exige porque no se sabe con certeza cómo fue la caída de Fonseca del camión. “Él la pudo haber empujado o ella quizás intentó bajarse del camión, pero él no frenó”, especuló Blanco.
Y sentenció: “Es apresurado considerarlo un accidente porque, además, el contexto de su muerte se da en torno a una pareja y con testigos que vieron un contexto previo de violencia”.