Hoy, en la audiencia por el crimen de Lucio Dupuy, el pequeño de 5 años que fue abusado y matado a golpes en La Pampa, una de las acusadas pidió declarar y sorprendió a todos. Abigail Páez tomó la palabra ante el Tribunal de Audiencias en la ciudad de Santa Rosa y aseguró: “Mi intención jamás fue lastimarlo y mucho menos matarlo. Me duele en el alma, lo extraño mucho”.
Páez es la pareja de la madre de Lucio, Magdalena Espósito Valenti, quien se encuentra imputada por homicidio triplemente calificado por el vínculo y con ensañamiento y alevosía; en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización, triplemente agravado por ser la guardadora al momento de los hechos, por ser cometido por dos personas y por existir convivencia con la víctima menor de 18 años, como delito continuado.
Sobre Páez, en tanto, recaen las mismas acusaciones, aunque sin el agravante del vínculo. Fue ella quien hoy llamó la atención de todos los presentes en la Jornada n°14 del juicio, por el que ya pasaron 61 testigos frente al tribunal integrado por la jueza Alejandro Ongaro y los jueces Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora.
Cuando el abogado Páez, Pablo Di Biasi, avisó que ella declararía, explicó que Espósito Valenti se iba a retirar de la sala y no escucharía el testimonio ni siquiera a través de los parlantes. De esta manera, la mujer comenzó a hablar y dijo: “Mi intención jamás fue lastimarlo y mucho menos matarlo. Me duele en el alma, lo extraño mucho”. Después dio detalles de todo lo que hizo el día del crimen y terminó su declaración.
El día del asesinato
Aquel día Lucio fue golpeado brutalmente entre las 17.30 y las 19.40 dentro del departamento en el que vivía con su madre Magdalena y su pareja, ubicado en la calle Allan Kardec 2.385 de Santa Rosa, de acuerdo a la reconstrucción que hicieron los fiscales encargados de la investigación del caso.
A las 19.30 las mujeres salieron de la vivienda, según quedó registrado en una cámara de seguridad, dejando a Lucio solo. Luego de algunos minutos, Páez volvió sola y después llevó al niño a una posta sanitaria del barrio Río Atuel, ya que los golpes lo habían descompensado.
Lucio tenía múltiples lesiones, su estado era muy malo y sus signos vitales eran casi nulos. La autopsia que se le realizó luego determinó que la causa de la muerte fue una “hemorragia interna” producto de las agresiones que sufrió.
Más declaraciones
Ocho testigos requeridos por las defensas públicas declararon aparte de Páez. Las cuatro primeras testigos declararon por Zoom, ya que se encontraban en otras localidades pampeanas y en Buenos Aires. Eran tres médicas del hospital Gobernador Centeno, ubicado en General Pico, y una joven que vendía entradas.
De las médicas, dos habían atendido a Lucio en la guardia del hospital, en 2019 y en 2020, quien había llegado hasta allí debido a una una herida cortante superficial, un traumatismo, una otitis y una faringitis. Las preguntas hacia ella estuvieron específicamente orientadas a esas atenciones profesionales.
Desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, declaró la joven que le vendió a Páez entradas para un evento. Entre ellas se dio una conversación de Whatsapp el mismo 26 de noviembre, ya que tal evento se realizaría en la madrugada del sábado 27. Los defensores oficiales y representantes de la pareja acusada, María Silvina Blanco Gómez y De Biasi, realizaron preguntas enfocadas en el horario en el que la imputada fue a comprar los tickets y cuál era su aspecto.
Además, en esta última audiencia estuvieron presentes las fiscales María Mónica Rivero y Verónica Ferrero, el fiscal Marcos Sacco, la defensora oficial Paula Arrigone, el querellante particular José Mario Aguerrido y la asesora de niñas, niños y adolescentes, Graciela Massara. El miércoles que viene el continuará el juicio.