Debate por el uso de armas de fuego: “Matan por igual, registradas o no”

El ex presidente de la Comisión Bicameral de Seguridad de la Legislatura provincial, Daniel Cassia y el periodista con experiencia en programas de desarme, Gabriel Conte plantean sus posturas en un interesante contrapunto.

Debate por el uso de armas de fuego: “Matan por igual, registradas o no”
Debate por el uso de armas de fuego: “Matan por igual, registradas o no”

Respecto al proyecto para la regularización de la tenencia legítima de armas y la prórroga del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, mi opinión es a favor de la legislación propuesta y aprobada con media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación.

En virtud del trabajo consensuado en las comisiones de los distintos partidos políticos y los dictámenes propuestos, más allá de algún artículo en particular, cuenta con suficiente acuerdo para avanzar en un serio programa de regularización y desarme voluntario que, además, fue prorrogado en el tiempo y que se encuentra vigente como una verdadera política de estado desde hace más de 15 años.

Estoy de acuerdo en la agilidad del trámite en general para obtener la posibilidad de ser legítimo usuario de armas (no se discute sobre la portación) pero esta posibilidad de rapidez no significa morigerar la rigurosidad de las condiciones físicas y psicológicas de los solicitantes para la obtención de tan sensible trámite en el cual los errores en el otorgamiento de los permisos significa poner en riesgo la vida de las personas.

Aprovecho la oportunidad para insistir, como lo vengo haciendo desde siempre, sobre la necesidad de formular acciones y una legislación acorde para atacar el uso y comercialización de las armas ilegales que circulan en el ámbito delictivo, en función de generar acuerdos del mismo tenor que esta legislación aprobada con media sanción e identificar y proceder también a la persecución y detención de quienes las detentan con fines ilícitos y de carácter delictual.

Daniel Cassia, ex diputado provincial del PJ y ex presidente de la Comisión Bicameral de Seguridad de la Legislatura provincial.

Las armas matan por igual, registradas o no

En Argentina se producen 8 muertes por día a causa de armas de fuego y uno de cada 4 femicidios son cometidos con armas de fuego. El mensaje repetido por los “Rambos de la vida” en torno a que “es mejor defenderse uno mismo” no se condice con los resultados de que ello ocurra: según la evidencia concreta -más allá de los delirios hollywoodenses, empujados por la real inseguridad y el temor a ser víctima- el que se quiere defender muere, resulta herido o termina entregando su arma al delincuente, voluntaria o involuntariamente y, con ello, alimenta el mercado criminal con su principal herramienta de acción.

Por ello, cuando se creó el ente que regula la tenencia y uso de armas de fuego, la Anmac (ex Renar) se estableció como uno de sus objetivos el “reducir el circulante de armas en la sociedad civil y prevenir los efectos de la violencia armada”. Esta decisión responde al riesgo que implican las armas de fuego, sean o no legales: matan por igual, registradas o no.

De todos modos, siempre es mejor que el Estado esté al tanto de dónde y quiénes tienen las armas, siempre y cuando sea capaz de hacer un trackeo y control y, a la vez, sea proactivo en la recolección por donación voluntaria, el secuestro compulsivo y la destrucción que frene su circulación.

Se propone un “blanqueo” de las que están ilegalmente en poder de la gente. Pero se está obviando que esa tenencia es ilegal y se le otorgan demasiados beneficios a quien tiene en su casa armas ilegalmente, no se les insta a entregarlas en un plan de recolección de armas ni se investiga el origen. Simplemente, se estima que hay buenas intenciones en quien tiene armas ilegalmente y se le da hasta dos años para regularizar la ilegalidad, un plazo más que suficiente para permitir un mercado de compraventa que nadie controlará si es o no un “Marketplace criminal”.

Hay que saber que, según ha informado la Red Argentina para el Desarme, “tres de cada cuatro homicidios dolosos producidos en Argentina en 2021 se registraron sin concurrencia de otros delitos. Alrededor del 50% de los homicidios dolosos con armas de fuego son cometidos en conflictos interpersonales: peleas entre vecinos, familiares, o femicidios. Menos de una de cada 10 de esas muertes son en contextos de defensa”.

En definitiva, el endiosamiento de la autodefensa con armas es otra ideologización absurda, una idealización de lo que solo pasa en las películas y muy distinto a lo que pasa en la vida real.

Gabriel Conte. Periodista con experiencia en programas de desarme.

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