De no creer: quisieron contrabandear una camioneta desde Bolivia arriba de un gomón

Cuando notaron la presencia de Gendarmería Nacional, los involucrados debieron regresar nadando.

De no creer: quisieron contrabandear una camioneta desde Bolivia arriba de un gomón
Un grupo de personas intentó ingresar de forma ilegal al país una camioneta transportada en un gomón. Foto: Gentileza / Prensa Gendarmería Nacional

Este miércoles, un grupo de personas intentó ingresar de forma ilegal al país una camioneta transportada en un gomón, en un accidentado cruce desde Bolivia a través del río Bermejo.

Los miembros del Escuadrón 20 de Orán, Salta, fueron alertados por parte del Sistema Tecnológico de Vigilancia Inteligente de Frontera (SITEVIF) acerca de que varios ciudadanos estaban trasladando el rodado de un país a otro.

El vehículo era una camioneta Ford Ecosport Titanium que era transportada a bordo de una embarcación artesanal proveniente de Bolivia.

Cuando se acercaron hasta el lugar señalado por el SITEVIF, los gendarmes observaron cómo los involucrados, al notar la presencia de los uniformados, se tiraron al río y regresaron a nado inmediatamente al país limítrofe.

Los gendarmes identificaron a una mujer de nacionalidad boliviana con residencia en Salta, quien se encontraba con su hijo menor de edad y manifestó ser la dueña del auto.

La Fiscalía Descentralizada de Tartagal dispuso la inspección del vehículo mediante la utilización del escáner de AFIP-DGA y su posterior secuestro, como así también que la ciudadana propietaria quede investigada en la causa.

La ruta de los “bagayeros”

A principio de marzo de este año, un gomón con 26 personas naufragó en el río Bermejo cuando intentaba cruzar de manera ilegal la frontera entre Salta y Bolivia, dejando dos muertos y dos bebés desaparecidos. La justicia solicitó a Interpol que busque a los dueños de la embarcación.

Los gomones no son otra cosa que embarcaciones caseras que se arman con cámaras de camiones y tractores, a las que le suman una empalizada en la parte superior. Cuatro o cinco fornidos remeros son los que se encargan de ir de una orilla a otra con los pasajeros, previo cobro de una tarifa que puede llegar a 500 pesos por persona.

“Los gomones son manejados por cooperativas ilegales, tanto del lado argentino como del boliviano”, cuentan en Orán, ciudad donde unas 3.000 familias viven del comercio informal -léase contrabando- con Bolivia.

El contrabando hormiga es una constante y las fuerzas federales lo saben, pero poco pueden hacer cuando toda la economía de una ciudad gira en torno de esa actividad.

“Si empiezan a controlar en serio se produce un estallido social porque no hay trabajo formal en Salta y la gente vive de esto”, explican en Orán.

Para un bagayero el día comienza antes del amanecer. Habitualmente trabajan para acopiadores que les pagan por bultos que cruzan de un lado a otro de la frontera, según convenga.

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