Con dos posiciones contrapuestas se realizaron hoy los alegatos del juicio por jurados por la muerte de David Gastón Piroli (39), un caso típico de ajuste de cuentas con tintes mafiosos: fue encerrado en el baúl de un auto con vida y luego el vehículo fue incendiado.
Esta mañana, la Fiscalía de Homicidios, representada por su jefe Fernando Guzzo y el fiscal investigador Carlos Torres, solicitó al tribunal popular que declare culpable del crimen a Omar Maximiliano Roggerone (49), quien está imputado por el delito de homicidio agravado por ensañamiento.
En tanto que el abogado defensor Gonzalo Castro, presentando otra versión del crimen, solicitó a los 12 integrantes del jurado que deben declarar inocente a Roggerone.
“La prueba es creíble clara, contundente y coherente con la investigación y esto es lo que permitirá arribar a un veredicto de culpabilidad que vamos a solicitar”, dijo Guzzo, para quien Roggerone participó en la muerte de Piroli “como coautor y lo hizo de con ensañamiento”.
A la hora de refutar la versión de la defensa, Guzzo dijo que el testigo estrella confirmó su testimonio. Y que otras personas fueron investigadas y que la fiscalía decidió que no había pruebas suficientes para enjuiciarlas, algo que si existió para Roggerone.
“Estamos convencidos que no hay ninguna duda que Roggerone debe ser declarado culpable”, afirmó el acusador.
Por su parte, el fiscal Carlos Torres explicó que “integrando todas las pruebas podrán comprobar que Roggerone y otras dos personas no identificadas fueron quienes torturaron en esa carpintería durante más de 10 horas a David Piroli”.
Y esa tortura, según el fiscal tenía un propósito que les dijeran donde estaba esos dólares que según ellos Piroli se había quedado. “Y como no se quebró le dieron hasta el cansancio: le pegaron en el cuerpo en la cabeza, lo ataron y lo metieron al baúl de una auto y lo prendieron fuego”, dijo.
“Estaba vivo en el baúl. Esa es la muerte que querían para David, una muerte espantosa como lo dijo un médico. Ese es el mensaje que querían dar con este homicidio: matar de manera cruel”, finalizó Torres.
La posición de la defensa
A su turno, Gonzalo Castro, defensor del acusado, volvió a insistir con otra versión: Roggerone ese día estaba con su hija y su mujer en su casa y se levantaron temprano porque a su hija le iban a otorgar una prisión domiciliaria porque tiene un hijo menor de edad. Ese niño quedó al cuidado del abuelo durante todo el día hasta las 20, cuando la chica llegó acompañado por personal penitenciario.
“Esta versión fue abalada por la madre y la esposa del acusado y los horarios no concuerdan con los ofrecidos por la fiscalía en su versión”, afirmó el letrado.
Luego sostuvo que un penitenciario explicó en el debate que ingresaron a la vivienda ese día para tomar fotos para acreditar que la mujer estaba en su casa.
Luego indicó que el testigo protegido “faltó a la verdad” y que su relato es inconsistente. “Dijo mientras lo torturaban (a Piroli) entraba gente a comprar merca”, dijo Castro.
“Señores del jurado, analicen toda la prueba para esclarecer este hecho. Estoy totalmente convencido que concluirán con que Roggerone no participó en el hecho y van a tener que dictar un veredicto de no culpabilidad”, sentenció por último.
Lo quemaron en el baúl de un auto
La muerte de Piroli se conoció el 22 de junio de 2022, a las 21.50, cuando ingresó un llamado al 911 de un hombre que circulaba en bicicleta por Santa Rita y San Martín, junto a las vías, afirmando que allí se estaba quemando un auto.
Minutos más tarde, llegó al lugar un móvil de la Policía y personal de bomberos que lograron establecer que el auto en llamas era un Ford Falcon chapa WUF301 cuya dueña es Ester Vanesa Molina y que David Gastón Piroli está habilitado para conducirlo.
El trabajo de los bomberos permitió detener las llamas cuando el 90% del vehículo estaba quemado y luego descubrir que baúl se encontraba un cuerpo sin vida un hombre.
Ante la novedad el ayudante fiscal Lucas Rubira dispuso que trabajara en el lugar personal de Policía Científica, convocando también al fiscal de Homicidios Carlos Torres, quien dirigió la investigación.
Frente a la mala iluminación del lugar, la pericia se suspendió hasta el día siguiente, cuando se logró establecer la identidad del fallecido. Además la ex mujer de la víctima fue citada para declarar en la Fiscalía de Homicidios, al tiempo que se ordenó allanar la vivienda de Piroli y se encontraron algunas flores de marihuana.
Si bien el cuerpo estaba parcialmente quemado, los peritos de Científica pudieron identificarlo a través de un tatuaje. Piroli tenía antecedentes: en 2020, violación al artículo 205 que impedida la libre circulación durante la pandemia de covid-19; en 2015, lesiones leves agravadas por violencia de género; en 2009, robo agravado; en 2005, lesiones; en 2003, coacciones y robo agravado; y en 2002, hurto agravado.
Un teléfono fue la clave para detener a Roggerone: su hija vendió el celular de Piroli a una conocida y el seguimiento del aparato permitió dar con la compradora cuya casa fue allanada. El aparato fue secuestrado y la mujer señaló a la compradora de inmediato.
Luego de ser detenido su vivienda, ubicada entre Libertad y Necochea de Las Heras, fue imputado por el delito de homicidio agravado por ensañamiento y fue enviado al penal.
Un testigo de identidad reservada señaló que Roggerone junto a otro sujeto habrían “apretado” a Piroli porque les debía plata de una venta de droga.
Según el testigo, la víctima fatal fue torturada durante horas en la carpintería de Roggerone, negocio que funcionaba como una “pantalla” para cubrir la venta de cocaína y marihuana que allí se realizaba.
El testigo aseguró que la víctima le habría debía 50.000 dólares de esas ventas al carpintero, y que por ese motivo fue golpeado salvajemente y, luego, asesinado.
