La investigación por el crimen de Emiliano Miguel Fernández (37) –el empleado de Cuyoplacas que recibió un piedrazo fatal para robarle la bicicleta- ha terminado y el presunto agresor Héctor Fabián “Pitay” Maravilla (20) deberá enfrentar un tribunal popular que decidirá si es culpable.
Hoy la jueza María José Cerdera rechazó el pedido de la defensa que se había opuesto al pedido de elevación a juicio solicitado por el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello. Así las cosas, Maravilla será juzgado en los próximos meses por homicidio criminis causa en concurso real con robo agravado por uso de arma y hurto agravado, delitos que tiene como única pena posible la prisión perpetua.
Para robarle la bicicleta
El lunes 14 de marzo de 2022, a las 6.55, Fernández se dirigía a su trabajo por el Acceso Norte al 1300 de Las Heras a bordo de una bicicleta, cuando un sujeto lo sorprendió, lo atacó con una piedra y huyó del lugar.
Según un testigo que declaró ante la Policía, este delincuente había ingresado en la empresa Kaiser, ubicada en Acceso Norte al 1300 y cuando sonó la alarma escapó del lugar, encontrándose con el empleado de Cuyoplacas. El asesino le dio un certero golpe en la cabeza y, cuando cayó, le robó la bicicleta. Una hora más tarde Fernández fallecía en el hospital Central como consecuencia del grave traumatismo que le produjo el golpe.
Los primeros pasos de los investigadores determinaron que había cámaras de seguridad en la empresa Kaiser, donde el ladrón había ingresado previamente. Además, a través de personal de la empresa Cuyoplacas lograron establecer la identidad de la víctima y que iba al trabajo utilizando indistintamente dos bicicletas mountain bike.
La misma mañana de la agresión, personal de Investigaciones sabía el nombre del sospechoso: Héctor Fabián Maravilla, un sujeto conocido como “Pitay”, con antecedentes penales por portación de arma de fuego para uso civil (en 2020) y una causa abierta por robo agravado por escalamiento.
Lo fueron a buscar a su casa, en el barrio Democracia de Las Heras, muy cerca del Acceso Norte y de la escena del crimen, pero no estaba. Sin embargo, encontraron allí una prueba directa: la bicicleta que le habían robado a Fernández una hora y media antes.
A las 17 del mismo lunes el Ministerio de Seguridad ofreció una recompensa de $750.000 a quien aportara datos certeros sobre el paradero del sospechoso. De nada sirvió este “incentivo” ya que toda la pesquisa fue realizada por policías de Investigaciones.
A las 22, “Pitay” fue detenido en la casa de un amigo, en el barrio 17 de noviembre, de Guaymallén, cerrando una investigación marcada por el pedido de justicia de los compañeros de Fernández que cortaron el lunes por la mañana el Acceso Norte.
La investigación que acaba de cerrar el fiscal Pirrello tiene elementos de gran valor probatorio: el arma homicida, es decir, una piedra del tamaño “algo más grande que una mano” que habría usado el acusado para agredir al trabajador. Este elemento fue encontrado por uniformados de Científica en el lugar del hecho y en un video se puede ver que lo golpea con ella sin arrojársela.
Además, hay que considerar el video que registraron las cámaras de seguridad de la empresa Kaiser: primero a un sujeto ingresando con la intención de robar y luego el registro del preciso momento en que el agresor golpea al trabajador de la empresa Cuyoplacas para apoderarse de la bicicleta y huir del lugar.
