Varias pistas manejan por estas horas en la fiscalía de Homicidios para avanzar en la investigación del crimen del prestamista de Maipú. Los pesquisas tienen constancia de que en la casa faltaban algunos objetos de valor y por eso manejan la hipótesis del robo. Pero además intentan relacionar otros hechos en los que la víctima también fue atacada en su domicilio.
Juan Carlos Frachia (61) agonizó casi un día en el hospital Central, luego de ser baleado en su vivienda de calle Ameghino al 400. Su pareja lo encontró alrededor de la 1 del miércoles tendido sobre la cama y con una herida en la cabeza, que luego los médicos establecieron que se trataba de un disparo en la sien. Culminando esa jornada, murió.
Los sabuesos que empezaron a trabajar el caso advirtieron que el o los autores se habían llevado pertenencias del hombre y no descartan que dinero también, más allá de que en uno de sus bolsillos el fallecido tenía $14.000. Por estos datos es que la fiscal Claudia Ríos caratuló el expediente como un homicidio criminis causa -matar para ocultar otro delito, en esta oportunidad el robo-, calificación que prevé la pena única de prisión perpetua.
Sin embargo, el móvil del asalto no es el único que está siendo analizado, ya que existen antecedentes de ataques similares contra Frachia en su vivienda. Uno de ellos fue en abril de este año y habría otros más antiguos en los que llegó a terminar maniatado.
Si bien en estos hechos sus agresores también aprovechaban para robarle algo, a los investigadores les llama la atención el modus operandi. Todo esto se relaciona con su actividad de prestamista -su novia declaró que se dedicaba a esto-, ante lo cual creen que, tanto los otros episodios como el crimen, podrían ser ajustes de cuentas.
Frachia además se dedicaba a la compra-venta de autos y propiedades y en el alquiler de departamentos. Según las fuentes, tenía antecedentes penales por lesiones y amenazas.
Más allá de las hipótesis que se siguen, lo central para la fiscalía es identificar a los asesinos. En la escena dejaron indicios de que ingresaron al lugar trepando una pared y es por esto que se habría activado la alarma.
Incluso fue la empresa de seguridad que monitorea la que recibió el alerta, pero al no poder contactar al hombre decidieron llamar a la pareja. La mujer llegó, abrió el portón con un control remoto y encontró al hombre baleado.