Suerte dispar tuvieron dos hermanos y su padre, acusados por el asesinato a tiros de un vecino en Guaymallén. Los tres estaban imputados por un delito con pena única de perpetua. Sin embargo, a uno le bajaron la calificación y a los otros los liberaron. La víctima era un ex convicto.
Los Puebla, Roberto (64), José (24) y Gabriel (36), fueron detenidos en septiembre pasado por el crimen de Rodrigo Fernando Oliva (31), ocurrido en el barrio Nebot, de Colonia Segovia. Ayer, los sospechosos se jugaban su futuro inmediato en la primera audiencia fuerte que tuvo la causa.
Y el resultado fue favorable para ellos. La jueza Alejandra Mauricio discrepó en gran parte con la fiscal de Homicidios Claudia Ríos, que tenía a los tres presos con la imputación de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas; Gabriel está señalado como el autor material, mientras que su hermano y su padre son considerados coautores para los investigadores.
Pero Mauricio hizo otra lectura del expediente, y si bien dictó la prisión preventiva en el penal del hombre sindicado como quien disparó, entendió que no hay pruebas para mantener bajo arresto a su padre y a su hermano.
De esta manera, Roberto y José quedaron en libertad, en tanto que Gabriel Roldán no saldrá de la penitenciaría pero en algo se vio beneficiado, ya que al no estar probada la participación de los otros hombres se cae la figura del concurso premeditado por dos o más personas. En consecuencia, el ahora único detenido queda imputado por un homicidio agravado por el uso de arma de fuego, evitaría la pena de perpetua y arriesgaría de 10 a 33 años de condena.
Oliva fue atacado el 14 de septiembre en la puerta de su casa, durante el mediodía de aquella jornada. Un balazo en el tórax le quitó la vida minutos después, cuando ingresaba al micro hospital de Puente de Hierro. La pesquisa rápidamente se orientó hacia unos vecinos de él, que viven en la misma manzana.
El hermano más chico y el progenitor fueron capturados el mismo día del hecho en un allanamiento en su vivienda, y el otro muchacho se entregó en la madrugada posterior. Éste último manifestó ser inocente y aclaró que se ponía a disposición porque sabía que lo buscaban.
Respecto al móvil del crimen, desde el círculo íntimo de los Puebla trascendió que la bronca fue porque Oliva les había robado en horas de la mañana y todo desembocó en una venganza. Por el lado del fallecido sostenían que los sospechosos fueron a increparlos porque tenía la música muy fuerte. De todas maneras, se sabe que desde hace mucho los protagonistas mantenían diferencias.
El hombre asesinado tenía antecedentes policiales, incluso había sido condenado en 2011 por un homicidio simple. Aquel episodio lo cometió tres años antes y en 2017 logró la libertad condicional.
